Melo renunciará a su cláusula anti-traspaso: ¿Rockets o Cavs?
Según Adrian Wojnarowski, el alero de los New York Knicks ha decidido facilitar una salida siempre que sea rumbo Houston o Cleveland.
Sigue siendo muy complicado, pero Carmelo Anthony ha soltado por primera vez las manos del volante y los New York Knicks podrían ir a por todas. El alero, que firmó una cláusula anti-traspaso en 2014 como parte de su último contrato, estaría dispuesto por primera vez a declinar tal derecho para facilitar la operación salida siempre que ésta le lleve directamente y sin escalas a Cleveland o a Houston, tal y como adelantó el periodista Adrian Wojnarowski.
¿Quiero esto decir que Carmelo vaya a ser traspasado? Ni mucho menos. Los Knicks están en una posición muy complicada, ya que ni Cavaliers ni Rockets se encuentran en posiciones económicas flexibles (los Cavs, peor todavía: +42 millones de tasas para 2018...) y el equipo al que Anthony llegara tendría que conseguir deshacerse de 20-25 millones en contratos para acomodar el sueldo del ex de Syracuse (tiene todavía 54 millones garantizados para las dos próximas campañas).
Además, en Nueva York quieren rejuvenecer al máximo la plantilla y buscan talento con poca experiencia y picks del draft (quieren darle las llaves a Kristaps Porzingis y que sea éste quien lidere a la franquicia), por lo que prácticamente cualquier acuerdo con Cavs o Rockets debería involucrar a un tercer equipo que pudiera poner sobre la mesa algo que interese a los Knicks (no interesan ni Kevin Love ni Ryan Anderson, que parecen la llave del traspaso en ambos casos y podrían acabar en ese tercer equipo).
Como digo, la situación es complicada. Pero no deja de ser un paso hacia delante para una franquicia que hasta ahora no había podido ni rozar el volante en este caso. Carmelo sigue controlando la situación desde el asiento del copiloto, no tolerará ningún cambio de planes y los Knicks no podrán pedir demasiado a cambio conscientes de que la alternativa es una rescisión de contrato histórica (+50 millones de dólares), pero la oportunidad existe y en Nueva York van a intentar aprovecharla. Mal menor.