Fuglsang tumba a Porte en un etapón que animó Froome
Valverde prendió la mecha y Froome apostó por reventar a un Porte que se defendió bien, pero Fuglsang atacó en el momento justo para llevarse etapa y general.
Los 115 km de la última etapa del Dauphiné 2017 se convirtieron en un día magnífico de ciclismo, con muchas alternativas, un líder luchando hasta la meta por salvar el amarillo y un ganador inesperado. Porque el danés Fuglsang supo leer perfectamente la carrera, esperar agazapado a que el resto de favoritos se pegaran estacazos y atacar en el momento justo, durante la última ascensión al Plateau de Solaison, para llevarse el premio gordo: etapa (su segunda de esta edición) y una general que acabó decidiendo las bonificaciones.
El danés del Astana, que ha estrenado su palmarés World Tour de esta manera tan brillante, mostró su fortaleza cuando ya todos andaban con la lengua fuera. Froome ya había hecho un ensayo de incendio a más de 80 km de meta, pero el que prendió la mecha fue Valverde, cuando se marchó a 40 km de meta, durante la ascensión a la Colombiere, con Fabio Aru. La batalla había comenzado con mucho terreno por delante.
Los siguientes en probar al líder fueron Contador y Froome, que también consiguieron dejar a Porte. Con ellos se fueron Bardet, Martin, Meintjes, Valls, Buchmann y Fuglsang. Porte, sin compañeros, debía comenzar una crono imposible contra todos. Pero tras ese momento de debilidad, el del BMC volvió a mostrar la fortaleza de días anteriores. Ni el hecho de que Froome se colocara como líder virtual, cuando su diferencia superó el minuto, le hizo desistir.
Poco a poco fue recortando terreno, mientras ahora era Froome, desgastado de ir tirando sin relevos de sus compañeros de grupo, el que mostraba debilidad. Antes ya habían cedido Valverde y Contador, rebasados por un Porte que volvía a acariciar mantener el primer puesto en la general.
Pero en ese momento, cuando Porte pisaba los talones al grupo de Froome, Fuglsang arrancó. Ataque que pronto hizo camino, junto a un Dan Martin que acabó asfixiado por el ritmo del danés, consciente de que se jugaba el triunfo de más prestigio de su carrera. Victoria que logró de manera ajustadísima, gracias a los 10" de bonificación que finalmente terminaron tumbando al que había parecido el hombre más fuerte desde el primer día.