Colombia como aviso ante Macedonia
Antes de este partido, Colombia era el país número cinco en el ránking FIFA, y España el diez. Admitamos que la noche de Murcia no dio para subvertir ese orden. Colombia es una selección saludable con dos figuras, James y Falcao, y un buen funcionamiento general. España también es un buen equipo, aunque quizá algo sobrado, y no quisiera yo ser hoy ventajista. Pero este equipo que jugó en casa y empató, a Dios gracias, con un pase desde la izquierda de Saúl a un Morata que irrumpió por el centro, no controló el partido. El balón no fue de España, como tampoco de Colombia. Vivimos un vaivén del que podía salir cualquier cosa. Salió empate.
Buen resultado para Colombia, no tan bueno para España, por más que antes de esta noche Colombia fuera la quinta en el ránking FIFA y España la décima. Pero nos estimamos en más y por eso nos resulta decepcionante ese empate a dos que, es verdad, mantiene a la selección de Lopetegui invicta tras nueve partidos (seis victorias, tres empates) pero con un jirón en su prestigio tras este empate en casa. No me confundan: no quiero hacer de menos a Colombia, que tiene un muy buen equipo, cabalga con ventaja en la zona de clasificación sudamericana para el Mundial y tiene dos jugadores más que notables: James y Falcao.
Sólo que esperaba algo más de España. Pero vi, pena, que algunos, o varios, o muchos, llegaron a este partido con el descuadre de una vacación interrumpida. Y además faltaban otros, singularmente Sergio Ramos, ese casta que planta sus reales en cada partido. Así que desde la consideración que la Colombia de este tiempo me merece, no vi en la España de anoche el equipo que puede ser, sino un grupo reunido 'entrefechas' por un Lopetegui voluntarioso que tuvo que afrontar el marrón como mejor pudo. Suerte de ese gol final entre Saúl y Morata. Al menos estamos advertidos para lo de Macedonia. Allí no vale empatar.