Eder, De Rossi y un autogol de Giménez hacen volar a Italia

En el amistoso del Allianz Riviera de Niza, Italia batió 3-0 a Uruguay en un partido importante para consolidar su 4-2-4 y ganar puntos en el ranking FIFA, donde busca conquistar el décimo puesto. Había ausencias importantes para ambos los equipos. Los azzurri tuvieron que renunciar a Verratti, la Celeste a Cavani, Suárez y Godín. El conjunto de Ventura, que salió de inicio con Donnarumma en la portería, abrió la lata después de apenas 7 minutos con un tanto casi surrealista: tras un control con el pecho de Belotti en el límite del área, Giménez intentó anticiparle, pero su despeje se transformó en un disparo imparable para Muslera. Un gol en propia puerta que enseguida dio la vuelta al mundo.

Tras el 1-0, Insigne, extremo izquierdo en el 4-2-4 de Ventura, (donde se estrenó como titular el lateral izquierdo Leonardo Spinazzola, con una buena actuación), protagonizó varias jugadas, pero su falta de puntería y una buena parada de Muslera le negaron el 2-0. Luego llegó una mala noticia para los italianos: Marchisio, que volvía a la Selección por primera vez desde noviembre 2015, tuvo que abandonar el campo por otra lesión, y le sustituyó Montolivo, que regresó tras la ruptura del ligamento cruzado sufrida ante España en octubre.

En la segunda mitad los uruguayos aumentaron su presión, y no faltó algún encontronazo en el mediocampo. Los de Tabárez lograron poner las tablas con Cáceres, que había aprovechado con un testarazo un lanzamiento de falta de Urretaviscaya; sin embargo, el árbitro anuló el gol por un empujón del exblaugrana a Montolivo.

La Azzurra, que cambió seis jugadores (apenas tres las sustituciones de sus rivales), sentenció en el 83': Gabbiadini aprovechó un choque entre Muslera y Coates en el límite del área, y Eder desvió su potente chut en la portería vacía al primer toque. Los jugadores del Uruguay protestaron por una posible posición de fuera de juego del delantero italiano, pero el árbitro, Clément Turpin, tras haberse consultado con el VAR convalidó el tanto, apagando las polémicas.

Antes del pitido final, los italianos redondearon el marcador con un penalti forzado por El Shaarawy, tras una falta de Giménez. De Rossi se encargó del lanzamiento y no falló, sumando con la elástica de la Nazionale cinco penas máximas realizadas sobre cinco. Buenas noticias para Ventura, que el domingo jugará ante Lichtenstein el último partido de clasificación al Mundial antes de la 'final' del dos de septiembre en el Bernabéu.