CELTICS 115 - WIZARDS 105 (4-3)
El banquillo mete a Boston en la gran final de la conferencia este
Los Boston Celtics cumplieron en casa y se medirán a los Cleveland Cavaliers en la final de la conferencia este.
A lomos de un héroe inesperado. Liderados por un Kelly Olynyk espectacular (26 puntos, la mejor marca de su carrera en playoffs), los reservas de los Celtics fueron la clave en el séptimo y definitivo partido de las semifinales de la conferencia este. Hasta 48 puntos sumaron los tres mejores suplentes de los locales, el factor X ante unos Washington Wizards que solo contaron con cinco tantos de un banco superado en cada esquina, en cada carrera y en cada empujón. Primero John Wall y después Bradley Beal aguantaron a los visitantes en un encuentro cuyo final parecía escrito desde el salto inicial: el equipo de casa había ganado los seis primeros partidos de la eliminatoria y el último no iba a ser diferente. Un triunfo del colectivo. El equipo por encima de las individualidades. Y un triunfo con sabor canadiense. Oh Canada...
Los 26 puntos de Olynyk, clave en el cuarto cuarto con 14 tantos que fueron la diferencia entre la victoria y la derrota, fueron la mejor marca para un jugador de banquillo en un séptimo partido desde los 26 de Leandro Barbosa en 2006... ¡2006! El ala-pívot, que había sido noticia en la eliminatoria por su encontronazo con Kelly Oubre Jr, brilló por encima del resto en una noche mágica en la que los Celtics volvieron a las finales del este por primera vez desde 2012. Good times...
RELACIONADO: ¿Quién es Kelly Olynyk?
Con la mejor versión de Isaiah Thomas al mando de las operaciones (29+12, son mucho mejor equipo cuando el base hace de base y no solo de anotador puro), los locales exhibieron gasolina en la noche en la que John Wall (18+7+11) se quedó sin un solo litro en el tanque (cero puntos, 0/11 en los tiros en los últimos 19 minutos de partido). El de los Wizards, que ha cuajado unos playoffs espectaculares, confirmando su estatus de superestrella de la liga, gastó lo que le quedaba en la mochila en una primera parte en la que sin él su equipo no hubiera sobrevivido. A la carrera y contra el mundo. Después, los visitantes aguantaron gracias al talento puro de un Bradley Beal (38) que cogió una maravillosa racha en el tercero antes de que los Celtics dieran el empujón definitivo.
En una serie en la que han brillado los dos backcourts, no podemos pasar por alto el nivel al que ha competido Marcus Smart (13+6+4+2 ayer). El combo-todo de los Celtics (comodín favorito de Brad Stevens) ha cerrado la eliminatoria con un +58 en los cuatro partidos disputados en el TD Garden... Casi nada. Clave en los dos lados de la cancha.
Desde que Stevens cogiera el timón de los verdes tras la marcha de Rivers, hace ya cuatro temporadas, el equipo no ha hecho más que crecer. De las 25 victorias de su primera camapaña a las 53 de esta última (número uno incluido). Y de no entrar en playoffs a citarse con los Cleveland Cavaliers del todopoderoso LeBron en las finales de la conferencia este. Los Celtics siguen su camino.
La próxima barrera va a ser más que complicada. Lleva instalada desde 2011 y no deja tranquilo el acelerador. Pero si alguien puede... Ellos fueron los últimos en romperla: la última vez que James se quedó fuera de la gran final de la NBA fue en 2010 tras caer eliminado por los mismísimos Boston Celtics (finalistas aquel año). De aquel equipo solo queda Avery Bradley. Bueno, Avery Bradley y un TD Garden que rugirá como nunca en la noche del miércoles.