La jugada que no existe...

El fútbol está entrando actualmente en una era que no me gusta para nada. Si los Estados Unidos han conseguido imponer sus criterios en muchas cosas de nuestras vidas, nuestro deporte también se está dejando ‘americanizar’. La moda que consiste en mirar y valorar los partidos de fútbol desde el prisma de las estadísticas me parece muy dañina. Nuestro soccer no es un deporte que se cuantifica como el béisbol o el baloncesto. Las cifras mal, o incluso bien utilizadas, sólo son cifras que conllevan la posibilidad de interpretaciones erróneas. Como dijo no sé quién alguna vez: “Las estadísticas son como los bikinis, enseñan una pequeña parte pero no lo más importante”.

El mejor ejemplo para desmontar el timo que representa la cultura de las estadísticas se encuentra en el mágico momento que Karim Benzema nos regaló el pasado miércoles en el estadio Vicente Calderón. Esta jugada maravillosa que cambió el destino del partido y de la eliminatoria de semifinales no existe. Porque no aparece como gol del francés. Tampoco como asistencia.