Mirotic: fin de temporada y fin de contrato con un futuro incierto
El ala-pívot español cierra su contrato de tres temporadas con Chicago Bulls con sensación decepcionante en lo colectivo y en lo individual.
Acabó una temporada pésima para Chicago Bulls. Maquillada solamente por ese mes de abril (5-2) que dio un billete de playoffs que arregló un poco lo que había sido un desaguisado perpetrado en los despachos por John Paxon y Gar Forman, cuyos asientos llevan demasiado tiempo en llamas y que el pasado verano pusieron palos en las ruedas de un Fred Hoiberg que venía malherido de la primera temporada post Thibodeau y al que le dieron un equipo contrario al estilo que le había dado la etiqueta de gurú ofensivo en Iowa State. Y desde luego muy poco adecuado para la actual NBA, donde todo es cuestión de espacio y tiro.
No en línea recta y a base de altibajos descomunales los Bulls acabaron siendo lo que parecían: un equipo del montón en el mejor de los casos. Decimoquinto exacto de la temporada en balance (en un significativo 41-41), decimoquinto en puntos, decimocuarto en +/-… con una defensa solvente (sexto rating) y un ataque agonizante (21º). Con la capacidad de firmar un 4-0 contra los Cavaliers... y un 0-3 contra los Knicks.
Y de ponerse, un final lógico para un equipo ilógico, 0-2 y terminar 4-2 en primera ronda de playoffs. y al final, abucheos, cánticos pidiendo la salida de Hoiberg y un futuro que no asoma: Jimmy Butler, con un contrato extremadamente manejable para un jugador de su nivel en el actual mercado, es la única certeza… y también la única pieza de verdadero valor si se quiere entrar en reconstrucción y acumular bazas de futuro. Wade, uno de los grandes de siempre pero en franca retirada, seguramente ejecutará su player option y se embolsará 23,8 millones la próxima temporada. Rondo tiene firmados 13,3 millones pero puede ser cortado a cambio de 3. Una decisión importante para un equipo que no puede esperar mucho en el puesto de base de un lote tan largo como nefasto: Michael Carter-Williams, Cameron Payne, Jerian Grant e Isaiah Canaan. Todo eso es la obra de Forman y Paxon, que traspasaron en febrero a Taj Gibson, el líder vocal del vestuario, y a Doug McDermott, que se fue porque tenía más mercado que un Niko Mirotic que estuvo abiertamente en venta en los días previos al deadline. Y que seguramente todavía tiene futuro en la NBA… pero seguramente no en Chicago. O eso parece.
Mirotic y lo que todavía podría ser
Mirotic tiene 26 años y cierra contrato de tres temporadas (ha cobrado casi 16,5 millones). Llegó a la NBA en el verano de 2014, después de ser drafteado en 2011 con un pick que partió de Orlando, pasó por Phoenix, llegó al draft vía Houston y pasó después a Minnesota y Chicago. Mirotic tiene un talento descomunal… y los Bulls pueden hacerle agente libre restringido con una qualifying offer de 7,2 millones. Ni siquiera parece claro que vayan a tantear su mercado y podrían dejarle salir a un mercado donde solo ha rondado por ahora un pretendiente más o menos claro: Brooklyn Nets, un equipo en reconstrucción desde la más absoluta de las nadas. La realidad de sus tres temporadas ni siquiera garantiza a Mirotic un puesto en la NBA si se torciera el mercado (las oportunidades, no el dinero), que a veces pasa. Pero la proyección del citado talento hará que, a priori seguro, vaya a tener ofertas. La cuestión es cómo de lucrativas.
Pero este trienio NBA de Mirotic ha sido decepcionante, con altibajos tan tremendos como los de su equipo. En su tercera temporada ha bajado sus números en casi todos los apartados significativos y alternado desapariciones del roster con tramos como titular, playoffs incluidos. Pero su incidencia ha sido pobre en un equipo que comenzó el año suplicando puntería de sus tiradores abiertos. Ni le ayudó el sistema (un caos) ni él se significó demasiado, rondado por esa fragilidad mental que también le atacaba en el Real Madrid y de la que, tan cierta es una cosa como otra, casi siempre regresa.
Mirotic ha jugado menos esta temporada que la pasada (24 minutos por 25), anotado menos (10,6, por 11,8) y tirado peor de tres 34% por 39%. En torno al 41% en tiros de campo totales en la NBA, necesita lanzar con más estabilidad para compensar debilidades obvias en defensa y rebote (5,3 total, 5,5 en esta última campaña). En 218 partidos de Regular Season ha sumado 21 dobles-dobles, dos partidos de al menos 30 puntos… y solo 28 de al menos 20 (un 13%). Por el contrario, en la mitad (110) no ha alcanzado la decena. Y eso, anotación y tiro, tendrían que haber sido campos en los que ya, después de tres años, la NBA tendría que tener un veredicto más claro sobre un jugador que, por su parte, asegura que Chicago es su hogar. Se quiere quedar pero lo último que dijo Forman públicamente fue que “no había jugado como ellos esperaban”.
Más allá de las ofertas que lleguen por Butler, la player option de Wade y el posible corto de Rondo, los Bulls tienen que ver qué demonios hacen con un inestable lote de posibles agentes libres restringidos en el que están Carter-Williams, Lauvergne, Felicio… y Mirotic. Dependerá de cómo de profunda será la remodelación en Chicago, si es que por fin la hay. Porque ninguno ha hecho demasiado porque se le perciba como imprescindible. Por desgracia, tampoco Mirotic. Pero el talento que sigue estando ahí valdrá, en un curso lógico de los acontecimientos, otra oportunidad NBA. En Chicago, en Brooklyn... o en cualquier otro sitio.