Crece el tamaño del rival y regresan los titulares al Madrid (sigue el partido en directo en AS.com). La ley de Zidane, en la que prevalecen los galones sobre las acciones. Será ante el peor Valencia en tiempo, pero al que el Bernabéu y rencillas del pasado levantan el ánimo. Sólo ha perdido un partido de los últimos cinco en Chamartín y con dos de los empates que cosechó a estas alturas de campeonato, en 2014 y 2015, sacó al Madrid de la pelea por la Liga. En Mestalla paró el récord de victorias consecutivas de Ancelotti hace dos años y le echó el freno al Madrid hace menos de tres meses. Un equipo, en definitiva, que en duelos así está por encima de su clasificación.
Este le llega reordenando la casa. Asegurada la permanencia con tres victorias consecutivas, ahora lleva tres jornadas sin ganar. Ha molestado en el club la caída de tensión, pero tampoco ha ayudado que en un mes se haya anunciado un cambio en la presidencia y la llegada de un director general. La conversación gira sobre los planes de Alexanko y Alemany, sobre el futurible Setién, sobre fichajes y descartes. Con todo, en el Bernabéu presentará su once de gala a excepción de Zaza, pesadilla en Mestalla y hoy sancionado, y Enzo, tocado, porque recupera a tres piezas nucleares: Mangala, Parejo y Gayá. Se perfilará en un 4-2-3-1, con la duda de Mina o Medrán y con Orellana, que le ha metido esta temporada al Madrid goles con Valencia y Celta.
Descansará Marcelo
Zidane recuperará a su base de innegociables, aunque quizá haga parar a Marcelo, que no tiene réplica. Danilo cambiará de lado para darle descanso. Falta Varane, Ramos regresa tras cumplir su castigo y se espera que también lo hagan Modric, Casemiro, Kroos, Benzema y Cristiano, todos cuestionados por unas razones o por otras. El portugués le ha marcado goles al Valencia en cada una de sus ocho temporadas en España, también en esta. Y falta por determinar entre Isco, Asensio o James, que se colgaron medallas en Riazor, quién sustituirá de Bale. A los dos primeros los cambió en A Coruña, indicio de que cuentan para lo inmediato. Uno podría estar hoy y otro en el Calderón. Y convendría que los probables le muestren al Bernabéu que no están por debajo de los posibles.