Antetokounmpo roza la épica pero los Raptors retarán a LeBron
Los Bucks llegaron a remontar una desventaja de ¡25 puntos! en el tercer cuarto, pero les faltaron fuerzas para forzar el Game 7. Decidió un gran DeRozan (32 puntos).
Ya tenemos definida la primera semifinal en el Este. Un año después de verse las caras en la final de la Conferencia, Cavaliers y Raptors vuelven a cruzar sus caminos. Toronto retará de nuevo a LeBron James y compañía tras hacer valer su experiencia ante unos Bucks que acabaron perdiendo los tres últimos partidos de la serie. Milwaukee se va de vacaciones, aunque ha de hacerlo con la cabeza bien alta. Cuando todo parecía perdido, los de Wisconsin se rehicieron para rozar uno de las mayores remontadas de siempre en los playoffs. A 5:16 del final del tercer cuarto los canadienses tenían el partido más que controlado (46-71), pero tuvieron que esperar al último minuto para certificar el pase porque los Antetokounmpo y compañía les endosaron un increíble parcial de 34-7 que les colocó por delante a 3 minutos de la conclusión con un triple de Jason Terry que puso el 80-78. Bendita locura.
Partido épico
Tras un primer cuarto ajustado, la defensa de los canadienses rompió el encuentro en el segundo parcial. Los Bucks no encontraban la forma de ver el aro y un gran DeRozan, en el rol de capitán general, fue alimentando la ventaja visitante. Tanto que mediado el tercer acto todo parecía ya visto para sentencia. Pero Antetokounmpo (34+9+3+2+2) nunca dejó de creer. El griego despertó a la grada y contagió a Dellavedova y Middleton. Sendos triples de ambos incitaron a la épica. Con el Bradley Center rugiendo cada vez más, el goteo de canastas no cesó. Toronto no sabía por dónde les venían. Sin norte en ataque y sin respuestas atrás, otro triple de Middleton y el posterior de Terry obraron el milagro. ¡Milwaukee tenía el partido en su mano!
Enorme DeRozan
Pero entonces DeRozan acudió al rescate de su equipo. Llegado el momento de la verdad, el escolta (autor de 32 puntos, 4 rebotes, 3 asistencias y 5 robos) no se amilanó. Convirtió 7 tantos en los últimos minutos que, junto a un mate de Patterson y un triple de Cory Joseph —se notó que sabe jugar este tipo de encuentros —, acabaron matando a los ciervos. Los pupilos de Kidd aguantaron el intercambio de canastas hasta que les duró la gasolina. No se rindieron jamás. Llegaron a colocar el 87-89 a 16 segundos y poco después el 89-90 a 3 de la bocina final. Aunque a DeRozan no le tembló el pulso desde la línea. La equivación de Tony Snell al poner el balón en juego evitó el triple a la desesperada que podría haber forzado la prórroga. El propio DeMar acabó lanzando el balón al aire mientras liberaba toda la tensión acumulada.
Futuro
Toronto demostró ser más equipo. No se arrugó cuando se vio 1-2 abajo teniendo que jugar aún el Game 4 en Wisconsin. No falló después en el Air Canada Centre. Y esta noche evitaron el desastre. Los dinosaurios arreglaron lo que podía haber sido un ridículo histórico ante un equipo que sale reforzado pese a la eliminación. Como dice su lema, hay futuro en Wisconsin. Antetokounmpo tiene ya estatus de estrella en la mejor Liga del mundo pese a contar con apenas 22 años. Y lo que es mejor aún, su techo se ve aún muy lejos. Un jugador total que ha sido capaz de mantener a los Bucks a flote pese a que jugaron toda la primera mitad del curso sin Khris Middleton: su máximo anotador de la campaña anterior y un jugador tan infravalorado como fundamental ambos lados del aro. Justo cuando regresaba la rodilla izquierda de Jabari Paker hizo crac. No volverá a jugar hasta 2018. Solo queda esperar que sea capaz de recuperarse. Si lo hace y llega a mostrar el nivel de los primeros meses, en Milwaukee cuentan con un un Big Three para soñar y aspirar a todo. Además, los rookies Thon Maker y Malcolm Brogdon son complementos más que interesantes que rejuvenecen todavía más a un grupo de jugadores al que conviene no perder la pista.