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El Barça va de malo en el caso Neymar

Reconsiderémoslo: la sanción de Neymar es de cajón. Un partido por dos tarjetas (por sendas melonadas) y dos por hacer burla al cuarto árbitro. Por lo mismo pasó Cristiano, en San Mamés, y tuvo que cumplir los dos partidos de suplemento correspondientes. Pero el Barça busca un camino malicioso para evitarlo: regatear al TAD, mandando el recurso una vez concluida la reunión, y luego invocar una ley administrativa que le permitiría alinear al jugador. Anoche, mientras el TAD no había podido reunirse porque dos de siete estaban ilocalizables, se mantenía el desafío. Neymar viajará hoy y Luis Enrique hace planes "con él y sin él".

El Barça puede hacer dos cosas: salir al partido sin Neymar, con el afán de ganarlo y de reengancharse a LaLiga, o sacarlo y exponerse a una alineación indebida, que le costaría una derrota por 3-0. No estoy seguro de qué decida. Lo primero requeriría una fe en sus fuerzas que ahora no parece tener; lo segundo garantiza una propaganda victimista de buen consumo entre los suyos y que puede hasta pretender su eco por ahí fuera, en un partido que verá tanta gente desde tantos sitios, parte de la cual puede comprar cualquier interpretación. En este tiempo de permanente desafío catalán a todo organismo radicado en Madrid, eso resulta tentador.

Razón moral no le asiste ninguna. La sanción no tiene nada que discutir. Sólo existe una estrategia maliciosa para tratar de colar a Neymar en este partido para que complete la sanción en otro. No es correcto, ni siquiera es decente. Supongo que a última hora Bartomeu actuará razonablemente, si no ha perdido la cabeza o los hilos. Ayer me decía un amigo, muy observador de aquel club: "El Barça lo ha dirigido Messi desde el campo mientras ha podido. Y ahora que ya no puede, no lo dirige nadie". A ver si el TAD encuentra a los escondidos (nos niegan sus nombres), resuelve a tiempo y no tenemos que llegar al final.