Marcelo es el Rock&Roll del equipo

Cuando Roberto Carlos se fue, parecía imposible que alguien cubriera del todo el hueco que dejaba el brasileño en el lateral izquierdo. Hoy se puede decir que Marcelo lo ha conseguido y es, sin duda, el mejor del mundo en su puesto. A punto de cumplir los 29 años, es uno de los veteranos de la primera plantilla, pero sigue aportando una frescura y un atrevimiento que ya les gustaría a muchos jóvenes. Cuando el Real Madrid está atascado y espeso en ataque, las incursiones de Marcelo por su banda son como aceite desengrasante. Encara, regatea, tira paredes, centra, asiste e incluso, si se tercia, se mete en el área contraria a rematar la faena.

Es un recurso fundamental en el juego ofensivo y cuando no está se le echa de menos en cada acción por esa zona del campo. Cuando está Marcelo hay magia, imaginación, electricidad y diversión. Luego los inconformistas recalcitrantes dirán que si no baja o no defiende, lo mismo que decían de Roberto, pero los hechos les quitan la razón. Ser titular once años seguidos en el Madrid no se regala a nadie y este chico lo ha conseguido por su calidad y sacrificio. Encima ha interiorizado la capitanía, responsable en las derrotas y humilde en las victorias. Su melena es el Rock and Roll del equipo de Zidane.