Leyenda: Dirk Nowitzki seguirá y alcanzará a Kobe Bryant
El alemán se unirá a Kobe, si no median contratiempos, como los únicos jugadores con veinte temporadas NBA en una única franquicia.
Los Mavericks honraron el pasado verano a Dirk Nowitzki con un contrato de 1+1 a razón de 25 millones anuales. Mark Cuban dejó claro que la franquicia texana priorizaba cuidar a la mayor leyenda de su historia y envió así, de paso, un mensaje para los jugadores en el mercado: así se hacen las cosas en Dallas. Ahora, terminada la temporada con el equipo fuera de los playoffs, Nowitzki reconoció en su entrevista de fin de curso que su intención es jugar como mínimo esa última próxima campaña que tiene firmada. Tiene 38 años, en junio cumplirá 39 y en su círculo cercano sugieren que sí jugará la temporada 2017-18… pero también que lo normal es que pare definitivamente después.
No será una temporada cualquiera: Nowitzki (número 9 del draft de 1994) llegó a los Mavs, que se hicieron con él tras ser elegido por los Bucks, en 1998. Así que con la próxima, el mejor jugador europeo de la historia de la NBA completaría 20 temporadas… todas con la misma franquicia, algo que solo ha hecho Kobe Bryant, que se retiró después de dos décadas en los Lakers hace doce meses.
Nowitzki, que revolucionó la NBA y el puesto de ala-pívot para siempre con su estilo de alero para un cuerpo de 2,13, ha sido MVP de Regular Season (2007) y las Finales (2011), campeón en ese año 2011, trece veces all star y cuatro integrante del Mejor Quinteto de la NBA (2005, 06, 07 y 09). Es el sexto máximo anotador de la historia con ya 30.260 puntos, a 1.159 de un Wilt Chamberlain al que no superaría como una próxima temporada como la recién terminada, en la que ha anotado 769. Además, es vigésimo noveno en el histórico de rebotes (10.893) y decimocuarto en el de triples anotados (1.780).
En la recién terminada campaña, ha jugado 54 partidos con el mínimo en minutos de su carrera sin contar su año rookie: 26,4 por noche. Ha promediado 14,2 puntos y 6,4 rebotes con un 38% en triples. Aunque en defensa sus carencias ya son difíciles de disimular, en ataque sigue siendo un jugador productivo. Sus números por cada 36 minutos en pista estuvieron casi en la línea de los de su carrera: 19,4 puntos y 8,9 rebotes. En todo caso, ese “definitivamente jugaré la temporada que viene” de su comparecencia de despedida anual nos asegura, si no sucede nada que lo eche al traste, un año más de uno de los más grandes de siempre. Uno que le elevará junto a Kobe Bryant al club, solo ellos dos, de las dos décadas con la misma camiseta NBA.