Gareth Bale sigue sin encontrarse tras volver de la lesión
Estaba en un gran estado de forma antes de su lesión en Lisboa. Tras tres meses de parón, ha jugado ocho partidos con escasa incidencia para su equipo.
Gareth Bale no es el que era en la primera parte de la temporada. La lesión sufrida en Champions League contra el Sporting de Lisboa, el 22 de noviembre del pasado año, mantuvo al galés cerca de tres meses fuera de los terrenos de juego cuando era posiblemente el jugador más en forma del conjunto de Zidane. Después de un verano exitoso con Gales, haciendo historia con su humilde país en la Eurocopa, comenzó la temporada con el Real Madrid prolongando el buen nivel mostrado en verano.
Antes de aquel fatídico día en Lisboa, Bale había disputado quince partidos con el conjunto de Zinedine Zidane: cuatro en Champions League y once en LaLiga. Empezó como un tiro en Anoeta en la jornada inaugural anotando dos goles y mantuvo su buen nivel perdiéndose tan solo un partido, la visita de los blancos al Espanyol. El galés no fue convocado por molestias. Sus números en el primer tramo de la temporada fueron notables: anotó siete goles y repartió cuatro asistencias.
Por encima de los números, daba la sensación de que era el jugador referencia del equipo...hasta que llegó el minuto 58 en el Estadio Jose Alvalade de Lisboa. El Real Madrid venció con sufrimiento (1-2) pero perdió algo quizá igual o más importante... Al mejor Bale. En total se perdió doce partidos, incluidos los dos en Japón que concluyeron con un nuevo título para el Real Madrid, el Mundialito de Clubes.
El esperado regreso de Bale a los terrenos llegó el 18 de febrero en el Bernabéu contra el Espanyol...y no pudo ser de mejor forma: anotó un gol en los diecinueve minutos que disputó entrando desde el banquillo. Parecía que volvía al mismo nivel de antes de la lesión pero fue un espejismo. Tras su vuelta ha disputado ocho partidos en los cuales ha anotado dos goles y una asistencia.
Con más luces que sombras, Bale vivió su peor momento contra Las Palmas. Una reacción fuera de lugar le supuso la expulsión y una sanción de dos partidos. Además, su peso en el equipo ha disminuido y no muestra la chispa de antes. La nota positiva es que lo decisivo está a la vuelta de la esquina y tendrá opción de mostrar su mejor nivel en los mejores escenarios posibles. El conjunto de Zidane necesita la mejor versión del galés para todo lo que viene...donde se juega toda la temporada en apenas un mes.