Todos los datos que tiene que saber sobre la París-Roubaix
La carrera del pavés, El Infierno del Norte, tiene una mística especial para muchos. Descubra las anécdotas y las historias que debe saber para este domingo.
Josef Fischer, el primer vencedor
Como tantas otras, un diario deportivo impulsó la Roubaix: Le Vélo. Su director, Paul Rousseau, recibió la idea de dos empresarios, Théo Vienne y Maurice Perez, que querían lanzarla como un entrenamiento para la Burdeos-París. Así que pusieron en marcha La Pascale, su primera denominación. Aquella edición inaugural, en 1896, salió el 19 de abril desde el Bosque de Boulogne, al norte de París, para cubrir más de 300 km hasta Roubaix. El alemán Josef Fischer fue el ganador, con un premio de 1.000 francos. Desde 1977 se inicia en Compiègne.
La problemática carrera de 1949
En 1949 hubo dos vencedores. André Mahé fue el primero en cruzar la línea de meta, pero lo hizo después de que unos oficiales hicieran entrar al velódromo a los escapados por un lugar equivocado. Llegaron incluso con la bicicleta a cuestas por las gradas. Por su parte, Serse Coppi, hermano de Fausto Coppi, terminó la extraña competición por el lugar adecuado. Tras numerosas deliberaciones y una gran polémica, se decidió nombrar a los dos corredores como ganadores de la edición de 1949.
No hay ningún conquistador español
De los cinco monumentos, al ciclismo español le faltan dos por conquistar. En la Milán-San Remo han vencido Miguel Poblet (1957 y 1959) y Óscar Freire (2004, 2007 y 2010). En la Lieja, Alejandro Valverde (2006, 2008 y 2015). En el Giro de Lombardía, Purito Rodríguez (2012 y 2013). En Flandes, sólo Juan Antonio Flecha subió al podio, en 2008. En la Roubaix también abrió el camino Miguel Poblet, segundo en 1958 y tercero en 1960. Flecha terminó segundo en 2007 y tercero en 2005 y 2010: es el que más cerca ha estado del triunfo.
Hinault: "La Roubaix es una mierda"
Sean Kelly llegó a afirmar que "una París-Roubaix sin lluvia no es una auténtica París-Roubaix". Una sentencia que dista mucho de los sentimientos que despertaba la carrera en Bernard Hinault. El bretón ganó en 1981, nada menos que a Roger de Vlaeminck, plusmarquista junto a Tom Boonen. Sin embargo, Hinault dejó otra frase para la historia: “La Roubaix es una mierda”. Pese a su desprecio por los adoquines y las duras condiciones climatológicas, su instinto le pedía el mayor número de monumentos: una Roubaix, dos Lombardía y dos Lieja.
Boonen y De Vlaeminck, belgas de récord
Los belgas Roger de Vlaeminck (1972, 1974, 1975 y 1977) y Tom Boonen (2005, 2008, 2009 y 2012) comparten la plusmarca de títulos, con cuatro. Tommeke se retirará justo después de esta edición. Debutó en 2002 con un excepcional tercer puesto y quedó segundo en 2006 (le batió Cancellara) y 2016 (tras el vigente campeón, Hayman). Por países, manda Bélgica con 55 victorias. Francia acumula 30 e Italia, once. Además, desde 1967 se disputa la París-Roubaix Sub-23. Ningún español ha alcanzado el cajón en esta prueba.
El Infierno del Norte
La clásica se celebra el segundo domingo de abril, una semana después del Tour de Flandes. Por las fechas, con lluvias y terreno encharcado, y debido al polvo e irregularidad de los tramos de pavés, se producen numerosas caídas y barro. La última disputada sobre un barrizal, la de 2002, se la anotó Johan Museeuw. No obstante, el sobrenombre de El infierno del Norte se debe al estado en que quedó el trazado tras la I Guerra Mundial (se suspendió de 1915 a 1918 y de 1940 a 1942, por la Segunda), como recogieron las crónicas de entonces.
Los Amigos de la Roubaix y el velódromo
Los Amigos de la Roubaix forman una asociación para restaurar y sustituir el pavés en mal estado, y que estos antiguos caminos de carretas no se pierdan. Desde 1977, el trofeo del ganador, réplica de un adoquín, lo entregan ellos. El velódromo André Pétrieux, o simplemente de Roubaix, acoge la meta. En su exterior, con motivo de la edición 100 (2002), se instaló una piedra gigante. De hormigón, fue inaugurado en 1936, tiene 500 metros de longitud y curvas de 37º. En sus duchas figuran unas placas con los nombres de los vencedores.
55 kilómetros de pavés en 2017
Este año se completarán 29 sectores de adoquines para un total de 55 kilómetros (de 257). Los tramos reciben distintas valoraciones según su extensión, conservación y dureza. Sólo existen tres de la máxima categoría, de cinco estrellas: el mítico Bosque de Arenberg, de 2.400 metros, Mons en Pevele, de tres km, y el Carrefour de l’Arbre, de 2.100 m. Y, cuidado, en ocasiones los pasos a nivel en mitad del recorrido paran la carrera, provocan expulsiones al saltarse o dejan imágenes lamentables, como la de 2015, con el pelotón demandado por la SNCF.