Las cuatro claves de la transformación de Benzema
El delantero pasa por uno de sus mejores momentos: marca, está comprometido, tiene confianza... una imagen muy distinta a la que ha mostrado a principios de temporada.
Benzema vuelve a sonreír. Como los grandes superhéroes que aparecen justo en el momento que más se les necesita, el francés llega en su mejor versión a la fase clave de la temporada, con el Madrid líder en la recta final de la Liga, en los cuartos de Champions y con un calendario enormemente complicado (Atlético, Bayern, Barça, Sevilla, Celta, Valencia...).
No deja de ser extraño pensar que este Benzema es el mismo jugador que durante gran parte de la temporada parecía estar aturdido y desconectado. Un delantero que veía como su principal rival por el puesto, Morata, le dejaba en evidencia una y otra vez. Pero Benzema está hecho de otra pasta y como siempre ha hecho desde que llegó al Madrid, permaneció callado como un monje quemándose a lo bonzo y esperó que las llamas se apagaran. Por enésima vez, ha callado a sus críticos con goles importantes, dando muestras de confianza en sí mismo y mostrándose muy comprometido con sus compañeros.
Estas son las cuatro claves que explican la transformación de Benzema:
Juega por más zonas del campo
El estado de forma de Modric ha mermado mucho el juego del Madrid. Con el croata lejos de su mejor versión, al Madrid le cuesta el doble crear situaciones de ventaja y de peligro. Benzema ha sido quien mejor ha interpretado esta situación: ahora abarca mucho más campo y tiene influencia en el juego en lugares lejanos al área. Sus apariciones por el medio para aguantar el balón o sus caídas a las bandas hacen que sus compañeros tengan más opciones de pase y crea más espacios que facilitan las conducciones de los laterales y de la segunda línea.
En estos mapas de calor se puede ver la diferencia entre el Benzema de hace más una vuelta (Real Madrid 1-Villarreal 1 de la jornada 5) y el de sus últimas actuaciones, ante el Athletic y el Alavés.
Más compromiso
Una causa directa de la ampliación de su zona de influencia es el compromiso que ha adquirido con sus compañeros. Atrás quedó el Benzema benevolente que llegó a su máxima expresión en el partido de Liga contra el Sevilla en enero. En aquel encuentro, Benzema perdió una pelota en el último minuto tras controlar de manera 'blanda' el balón, después se desentendió de la jugada y el Sevilla terminó marcando el gol que significó la primera derrota del Madrid en la temporada.
Su frialdad en muchos partidos le pasó factura y gran parte de la afición deseaba su suplencia en beneficio de Morata y Mariano, como señaló una encuesta de As.com publicada en diciembre de 2016.
Después de los partidos ante Eibar, Athletic y Alavés, -en los que ha marcado y ha sido el jugador más destacado de la BBC- Benzema ha demostrado que su compromiso con el equipo es total, algo que el Bernabéu ha notado y que agradeció con una sonora ovación cuando fue sustituido en el último encuentro ante el Alavés.
No le afecta el virus FIFA
Los jugadores de un equipo como el Madrid se enfrentan a un calendario de unos 60 partidos por temporada entre Liga, Champions, Copa del Rey y los parones de selecciones. El agotamiento es habitual cuando se acerca el final y por ello, las rotaciones y los descansos son necesarios para llegar en el mejor estado de forma posible a la época en la que se decide todo.
Además de la política de rotaciones de Zidane, que ha mantenido durante todo el año a casi toda la plantilla enchufada, Benzema cuenta con una ventaja: no suma ni minutos ni kilómetros cuando llegan las fechas FIFA. Deschamps le mantiene apartado del equipo nacional por su implicación en el caso Valbuena (se le acusa de extorsión y chantaje a su compañero de selección) y aunque, obviamente, esta situación no es del agrado de Benzema, el francés aprovecha los parones para descansar y fortalecer su físico. El resultado es sencillo: es uno de los jugadores más en forma de la plantilla.
La confianza de Zidane
El aspecto psicológico es un factor determinante en un jugador como Benzema. Desde su llegada al Madrid, el francés siempre ha rendido peor cuando se ha sentido presionado por un compañero que acecha su puesto. Este año se ha visto un ejemplo claro de ello: los peores meses del delantero han coincidido con los mejores momentos de Morata.
A pesar de ello, Zidane siempre le ha dejado claro a Benzema que él es su delantero titular. Lo alineó cada vez que la afición pedían más minutos para los meritorios Morata y Mariano. El técnico nunca cedió a la presión y le dio confianza al 9 blanco. Su paciencia ha dado frutos. La confianza de Zidane se ve reflejada en el delantero francés que ha visto puerta en los tres últimos partidos de Liga que ha jugado como titular.