Animalada para la historia de Russell Westbrook: 57+13+11
Récord de puntos en un triple-doble y remontada memorable gracias a una exhibición para el recuerdo de un Westbrook imperial.
En tres días, dos milagros. Y récords, récords y más récords. Nunca los Thunder, desde el traslado desde Seattle, habían ganado dos partidos seguidos en los que habían estado al menos diez puntos por detrás en el último cuarto. Y nunca habían remontado 21 puntos en menos de media parte. De silenciar Dallas un lunes a escuchar gritos de ‘MVP’ en Orlando un miércoles: Russell Westbrook, una sinfonía de brutalidad desencadenada que en muchos partidos oscurece todo lo que sucede a su alrededor. Como si las luces del pabellón se apagaran y solo quedara un foco sobre él, de lado a lado de la pista. En todas partes y por tierra, mar y aire: Westbrook, Westbrook y más Westbrook.
En Orlando los Thunder habrían perdido (72-51 bien entrado el tercer cuarto) si no hubiera mediado (como en Dallas, como todos los días…) ese factor ilógico y animal llamado Russell Westbrook: 19 de los 30 (20-30) puntos de su equipo en el último cuarto, el triple que forzó la prórroga a falta de siete segundos y un 16/28 total (y 39 puntos) en tiros en los tenía a un defensor literalmente encima. En total, 57 puntos, 13 rebotes y 11 asistencias. Nunca en toda la historia se habían anotado 57 puntos en un triple-doble. Entre 1976 y 2016 no había habido ni uno solo de al menos 50 puntos. En esta temporada lleva dos Westbrook… y dos James Harden, incluido aquel 53+16+17 ante los Knicks en el cambio de año.
Los dos de Westbrook han llegado con 51 y 57 puntos. Los de Harden, con 51 y 53. Solo Wilt Chamberlain alcanzó 53 en un triple-doble (temporada 1967-68), así que no hay mejor forma de ribetear lo que es una carrera que no olvidaremos jamás por el MVP. Y por competir sin excusas: los Thunder están 43-31 después de dos triunfos seguidos en partidos que tenían perdidos. Y están ya matemáticamente en playoffs, cada vez tienen más cerrado el sexto puesto como suelo y siguen en la carrera por llegar al cuarto y tener factor cancha en primera ronda. Sería casi incomprensible en esta primera campaña sin Kevin Durant. Pero es que esa es precisamente la palabra que define la temporada 2016-17 de Russell Westbrook: incomprensible. Ya, por cierto, con 425 puntos en los cinco minutos finales de los últimos cuartos, más que nadie en los últimos 20 años.
En la prórroga los Magic anotaron primero pero todos, jugadores y público, sentían ya por entonces la onda de energía que hacía rodar el partido hacia Oklahoma City: de 105-102 después de triple de Terrence Ross a 106-112 con 4 puntos y 2 asistencias de Westbrook. Infatigable, indefinible: imposible. Kanter terminó con 17 puntos y 10 rebotes y Oladipo con 13 puntos. Nadie más (Abrines anotó dos triples: 6 puntos) llegó a dobles dígitos en un equipo que anotó 114 puntos. Así que el asunto está, lo estaba desde la primera línea, absolutamente claro: Russell Westbrook firmó una de las grandes actuaciones individuales de la historia. En Orlando, 23 puntos de Ross, 11 y 16 rebotes de Vuvecic, 24 de Fournier… Daba igual. Fue una de esas noches en las que todo el pabellón queda a oscuras y un foco persigue por toda la pista a una montaña supersónica de músculo y baloncesto que responde al nombre de Russell Westbrook.