Nadie puede con Hamilton, 8º puesto de Sainz y Alonso, 13º

“No power”. Las palabra suenan como el estribillo de una mala canción. Se repite en la mente de cada uno de los ingenieros de Honda con la voz de Fernando Alonso amenazante. Intentaba el imposible tras lograr una utopía, sueños pobres en todo caso, los de pasar a la Q2 y después a la Q3 para el piloto más prestigioso del mundo, cuando al pasar por el bordillo de la última curva notó que se quedaba sin potencia. A pesar de todo con el coche aún con muletas fue capaz de mejorar más de un segundo respecto a su vuelta anterior, más de cuatro décimas con respecto a la primera tanda. “Buena vuelta”, decía Fernando. “Muy buena, ya lo hemos visto en la telemetría”, le respondía su ingeniero Mark Temple. Decimotercero saldrá el asturiano. Ya no hay números de la suerte, mala o buena. Llegando del fango en el que estaba terminar en ese puesto supone llegar a la decencia que se espera de ese equipo y de este magnífico piloto. En 2016 salió duodécimo. Su compañero Vandoorne partirá decimoctavo. Así son las cosas.

Pero más allá del piloto que protagoniza este deporte en nuestro país está la lucha por la pole, el lugar donde hace años vivía el español. Y ahí ahora sigue teniendo una mansión Lewis Hamilton, el piloto que está destinado a conseguir su cuarto título mundial esta temporada con el Mercedes. De momento logró la pole aquí en el primer gran premio del año. Para intentar impedir que le empate en campeonatos está Sebastian Vettel que por poco no dejó sin pole al británico y su coche alemán. El Ferrari es otra cosa, el coche italiano ha mejorado esta vez de verdad y aunque aún no es el Mercedes está mucho más cerca de serlo gracias a un motor que haría sentirse orgulloso a Don Enzo. Vettel recuperó sensaciones a una vuelta y con un último sector magistral se quedó segundo a poco más de dos décimas del inglés. Bonita batalla. Tercero Bottas ocupando el lugar que esperaba Toto y compañía cuando le ficharon, el de gregario de lujo. Los Red Bull fueron menos de lo que se pensaba con Verstappen quinto lejos de los dos mejores coches y Ricciardo en la grava intentando dar más de lo que el coche tenía.

Y mientras, con Alonso, pegado a las posiciones traseras con el pegamento japonés de Honda, miramos con esperanza a Carlos Sainz. Y el madrileño se pone el mono de esperanza para este deporte en España, se ajusta los guantes y consigue entrar entre los diez mejores, otra vez en Australia, finalmente octavo delante de su compañero Kvyat y con la idea de ir hacia delante en la carrera. Debe dar mucho Carlos, tiene talento y coraje el madrileño. Así acabó la primera calificación, con Alonso haciendo imposibles para nada, Sainz demostrando clase, Vettel asustando a los Mercedes y… Hamilton desde arriba del todo, pero mirando al Ferrari…

Resultados de la clasificación del GP de Australia.