Se limpia las gafas de su nueva marca en la camiseta gris de McLaren y las deja en la mesa, lanza una mirada, una de las pocas, porque suele fijar los ojos en la mesa mientras piensa las respuestas Fernando Alonso. El asturiano vive enamorado y feliz cuando sale de los circuitos, el mismo lugar donde ha vivido sus mejores momentos. Nos concede su primera entrevista de la temporada y hablamos de todo, del pasado y el futuro, de presente, de las esperanzas y de los sueños. Con ustedes, uno de los más grandes deportista españoles de siempre…
—Empecemos por la pregunta que todo el mundo me pide que le haga, ¿Cómo aguanta? ¿Cómo tiene tanta paciencia?
— Tampoco sé exactamente lo que haría todo ese mundo. También me hacen a mí esa pregunta y… no tengo ninguna respuesta. Soy un piloto de carreras que sé que a veces las cosas salen bien y otras veces salen mal. Intentas aprovechar los buenos momentos e intentas trabajar a tope en los malos, pero tampoco sé qué alternativa tengo. No sé… ¿Qué hago? Por ejemplo, tú cuando el periódico vende más ejemplares o vende menos, intentas hacer los mejores artículos posibles, ¿no? Y que salgan las cosas lo mejor posible, pero no… Y sobre la paciencia, no sé… ¿qué vas a hacer? ¿te vas? ¿a dónde te vas y por qué te vas?
—Pues no se… quizá.
— No creo que nadie lo piense… Lo he leído, 'no sé cómo aguantas. Coge y vete'.
—¿De verdad no lo ha llegado a pensar?
— No, no… ¿Vete a dónde? ¿Me voy a casa, me meto en la cocina, hago el desayuno, me siento en el sofá, veo la carrera? No creo que esa sea la solución al problema.
—Abandonar no es una opción. Bien. ¿Cual es la solución? Si es que hay solución.
— La solución al problema será mejorar lo antes posible, y por supuesto, exigir al equipo una reacción, ¿no? Porque te preparas muy bien, haces todos los deberes para llegar al máximo de tus prestaciones como piloto y como atleta y luego cuando la máquina no responde pues seguramente es un momento de frustración. Pero la única solución es trabajar más y exigir más a tus jefes.
—Exigir a los jefes, hay que tener valor para decir algo así, sí señor. Tal y como están las cosas, ¿teme perder prestigio si la situación sigue así?
— No. Yo creo que estos dos o tres últimos años, porque en Ferrari en 2014 fue un año difícil donde conseguimos solamente dos o tres podios, pues bueno, seguramente haya menos entusiasmo en algunos aficionados, en España o gente que tiene muchas esperanzas en ti y no le das alegrías. Claro, si no les das alegrías después de dos años, tres o más, pues… Si tiene que madrugar para ver la carrera a las cinco de la mañana dice 'la veo en diferido' porque tampoco se esperan que haga un podio o que gane la carrera. Por tanto, es normal que baje un poco la intensidad, pero bueno, no creo que pierda prestigio, de hecho no he tenido tantos contratos personales en mi vida como este año, no he tenido tantos anuncios de publicidad en mi vida como este año, propuestas, la escuela de karting nunca ha tenido tanto éxito como estos últimos meses... Así que no veo una repercusión directa en los resultados de la Fórmula 1 con lo que va en torno al personaje.
—Normalmente, casi todo el mundo en F1, en el paddock considera a Fernando Alonso el mejor piloto. Y si pasan los años y los resultados siguen sin ser buenos quizá cuesta más sostener esa afirmación, ¿no?
— Bueno… aquí, dentro del paddock, siempre he tenido la suerte de ser considerado muy bien y sí, seguramente con el paso de los años es más difícil, pero bueno, luego están los resultados, ¿no?
—Eso es, los resultados…
— Cada año pueden dudar un poco de ti y luego llegan las carreras e intentas hacerlo lo mejor posible para que vuelvan a confiar.
—La cosa es que desde hace once años no gana el Mundial y desde hace cuatro no gana un gran premio. ¿Mala suerte?
— Mala suerte entre comillas. Hay pilotos con un talento increíble que nunca subieron al podio. Hablando de la mala suerte con todo lo que he tenido la oportunidad de vivir no sería justo. Pero es verdad que llevar cuatro años sin ganar es feo…
—¿Malas decisiones, ha elegido los equipos equivocados?
— Bueno ... Si tuviera una bola de cristal de adivino pues podría haber adivinado lo que iba a pasar.
—Pero…
— Pero defiendo todas las decisiones que he tomado en mi carrera.
—Tuvo oportunidades en Brawn, Red Bull, Mercedes... Equipos campeones...
— Si tuviera que tomar las decisiones otra vez, en el 99,9 por ciento de los casos habría hecho lo que hice en ese momento. Me fui de Renault y creo que no ha vuelto a ganar el Mundial ... me fui de McLaren y es cierto que ganó en 2008, con Hamilton, pero tuvo que luchar hasta el final con Massa. Después, en 2009 ganó Brawn, algo que nadie podía predecir y después llegó el dominio de Red Bull.
— Mientras Alonso luchaba con el Ferrari…
— Yo estaba en Ferrari, uno de mis sueños, y todavía en tres ocasiones perdí el Mundial al final. Después, en 2015 y en 2016 creo que no habríamos ganado con Ferrari y abrazamos el proyecto de McLaren y Honda. Es fácil decir ahora que no es competitivo, pero ¿quién habría pensado en aquellos días que sería así con las condiciones que me habían propuesto? Te doy la respuesta: Nadie. Pero claro, por supuesto, con la bola de cristal hubiera podido entender muchas cosas antes.
—Dejemos el pasado para hablar del futuro, dijo que tras el verano decidirá. — No se nada aún, no tengo respuesta para eso.
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Fernando Alonso hablando con nuestro enviado especial a los grandes premios Manu Franco. —Hace tiempo le pregunté qué estaba más cerca, si el tercer título o la retirada. ¿Sigue soñando con ganar ese Mundial?
— Claro, estoy más que listo. He entrenado como nunca lo había hecho, he llegado aquí lleno de razones: nunca había llegado a Australia el domingo antes del gran premio. Me siento bien con estas máquinas y con estas reglas.
—Se sigue viendo fuerte…
— A día de hoy, en la pista, no hay nadie más rápido que yo en las curvas, y eso es lo que siento cada vez que entro en el coche.
—Hagamos la pregunta de otra forma ¿sueña con retirarse campeón?
— Sueño con correr y ser campeón.
—Pero el tiempo pasa, ya ha hablado de retirada en algún momento…
— Lo de retirarse es lo mismo, ¿no? El año pasado se habló de retirarse más o menos en cada entrevista. Igual dije una vez, en mayo, en una de estas entrevistas, que ya vería lo que iba a hacer en el futuro y a partir de ahí copia y pega, copia y pega hasta el infinito con que va a ser el último año de Alonso. El año pasado es cierto que los coches eran muy lentos. Todo el mundo está muy ilusionado con estos coches de 2017 porque van rápido, porque no degradan, porque pasas por las curvas rápido, porque los fans ven coches espectaculares con las ruedas anchas… Cuando el problema no son estos coches, el problema son los coches horribles, malos y lentos que tuvimos los cuatro últimos años. Entonces con esos coches yo no me divertía ni estaba contento para correr. Haciendo cuarto, séptimo, primero o el once… Así que, cuando llega una entrevista y acabas contrato en 2017 con McLaren y te dicen '¿qué vas a hacer?'… Pues no lo sé, ya veré cómo es la reglamentación, cómo son los coches del 2017, ya pensaré.
—Y ahora se divierte a pesar de todo.
— Este año los coches vuelven a ser Fórmula 1, vuelven a pasar por las curvas rápido y por tanto me divierto más, así que el sueño no es ser campeón y retirarme, el sueño es ser campeón. Retirarme llegará cuando llegue el momento.
—Volviendo al presente, ¿qué cantidad de su sueldo daría a cambio de un buen motor?
— Cero.
—¿Disculpe?
—D aría cero. Esa pregunta no es para mí o Stoffel o las personas que están aquí trabajando día y noche, es una cuestión de diseños y de cómo se hacen las cosas, es cosa de Honda, no mía. Yo no he fallado. Definitivamente no se ha hecho bien en Japón, por lo que hemos visto hasta ahora, no son competitivos en esa zona, por lo que tenemos que averiguar lo que falla y cambiarlo.
—Siempre ha sido un amante de la cultura japonesa, ¿sigue siéndolo o es que en Honda no tienen espíritu samurai?
— La pasión sigue siendo la misma. Siempre es un placer para mí medirme con las tradiciones de los japoneses y sus valores. He leído un montón de libros sobre esto y estoy feliz de trabajar con ellos. La verdad es que este es un deporte muy competitivo y no se tiene tiempo para aprender, o hacer las cosas regular, o se hace bien o hay que empezar todo de nuevo. Pero no es un problema de la cultura japonesa.
—A veces se dice que es ese precisamente el problema.
— Lo diré con un ejemplo. Renault no ha ganado desde hace once años como fabricante, más allá de los motores que daba a Red Bull, pero ahora y en esta era turbo tampoco ha ganado y a nadie se le ocurre decir que es un problema de la cultura francesa, o que Renault hace los motores muy malos y ese es el problema. Es todo mucho más complejo, Mercedes tiene una gran ventaja y hay que hacer más y mejor que ellos.
—Al menos Australia no está siendo el desastre que se esperaba.
— Ha habido mucha especulación sobre eso, realmente aún estamos en la fase de desarrollo por el hecho de que apenas hicimos nada en las pruebas de invierno.
—Allí señaló a Honda. ¿Se necesita otro motor que no sea japonés?
— No sé. No hago los motores y no sé los problemas. Voy a ir a las carreras y mi pensamiento solo es es estar al cien por cien listo para ganar.
—Ganar pudo hacerlo con este equipo en 2007, pero la relación con la escudería no era buena. Ahora es muy buena, pero no hay resultados. Con el tiempo que ha pasado, ¿hubiera hecho las cosas de manera diferente?
— No, yo habría hecho lo mismo porque al final tengo que tener un mínimo de respeto cuando hago mi trabajo... En 2007 no había ningún respeto hacia mí y hubo grandes cosas en el interior del equipo que no salieron de la manera correcta. Es algo que se podía ver en las tres o cuatro últimas carreras de la temporada, incluso dijeron públicamente que estaban luchando contra mí. Yo les avisé, atentos porque vienen Ferrari y Kimi, concéntrense en él y no en mí… pero no se hizo. En fin, cuando ves esas cosas y piensas que no lo puedes cambiar pues piensas que en ese equipo no ganarás nunca.
—Diez años más tarde es un equipo muy diferente.
— Sí, no ha permanecido casi ninguno de los directivos…
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Fernando Alonso in the McLaren in Australia. SRDJAN SUKI EFE —Siempre ha dicho que volver a McLaren era como una cuenta pendiente, ¿no le queda una cuenta pendiente con Hamilton de entonces? ¿No le gustaría volver a ser su compañero?
— No, no quedó. Ya fuimos una vez, si volvemos a coincidir en el futuro pues será también emocionante porque es uno de los mejores pilotos, pero bueno, ya tuve esa experiencia y no tengo nada guardado dentro, ni rencor ni nada.
—¿Cómo se lleva con el otro Fernando Alonso? El Fernando Alonso de casa, el Fernando Alonso que solo conoce su familia y sus amigos…
— Bien, me llevo bien. La verdad es que he tenido un buen invierno, he tenido la posibilidad como decía antes de seguir construyendo el proyecto de la escuela de karting en Asturias y de ver muchos progresos y muchos proyectos que estoy llevando adelante. Así que en la vida fuera del paddock creo que es de lejos el mejor momento de mi vida.
— Solo le falta el coche entonces…
— Entonces falta el coche, que seguramente es lo que más me preocupa y donde tendremos que mejorar para completar el Fernando entero.
—¿Sigue siendo feliz, aún ahora?
— Sí. Sigo siendo feliz, sigo siendo feliz.
—Pero…
— Cuando llegas aquí seguramente quieres ganar y… sobre todo porque sientes que el cambio de las reglas era una oportunidad importante para reducir la distancia con Mercedes. El coche yo creo que se comporta bien y el paso por curva es bueno. Consigo atacar sin problemas las curvas, frenar tarde, divertirme en el coche y lo único que falta son los segundos que pierdes cuando vas por la recta. Eso es tremendamente frustrante.
—Veo que la victoria sigue siendo vital en su vida, a pesar de todos los pesares. Una curiosidad, si tuviera el Delorean de 'Regreso al Futuro', ¿a dónde la gustaría ir? ¿a cuándo?
— No sé, pero creo que me gustaría ir al futuro, para ver lo que me pasa. Si volviera al pasado, sin embargo, lo haría a los años de los motores V8 o, mejor aún, de los V10, aquello sí que era divertido…
—¿Sigue teniendo las manos aseguradas?
— Sí, ya lo creo. Las tenía por 25 años, así que aún queda, aún me queda…
—Suerte Fernando. Y gracias.
— Gracias.