"Coches violentos" para hacer historia: la F1 sube de categoría
La nueva normativa espera desarrollar los monoplazas más rápidos de siempre. "Oiréis a los pilotos jadear por la radio", advierte Carlos Sainz.
No es un lavado de cara, es una profunda revisión de las normas para que la Fórmula 1 de 2017 sea más espectacular, más exigente y más disputada que la Fórmula 1 de 2016. Desde este viernes en Melbourne, las escuderías pondrán sobre el asfalto de Albert Park su interpretación de una nueva reglamentación sin precedentes. "Es la primera vez que la F1 cambia sus normas para hacer coches más rápidos", aclara Toto Wolff, máximo responsable de competición de Mercedes. El dirigente austriaco se fija metas: "El objetivo es hacer a esta generación de monoplazas los más rápidos de la historia de nuestro deporte".
El 30 de abril del año pasado la FIA daba el paso definitivo aprobando los cambios para esta temporada. Los principales están en las medidas del coche y el apartado de la aerodinámica: son más anchos tanto el monoplaza como los alerones delantero y trasero. Como consecuencia, el coche tiene una carga aerodinámica mayor, se adhiere a la pista conforme aumenta la velocidad y su paso por curva también es más rápido.
"Los pilotos dicen que son coches violentos, como debe ser un F1", transmite Wolff. Y es lo que explica Carlos Sainz: "Se han recortado 4 segundos por vuelta, eso quiere decir que hemos subido de categoría. La telemetría es totalmente diferente. Antes estábamos siempre con la mosca detrás de la oreja, no se podía tirar demasiado rápido en un sector porque luego lo pagabas en otro. Esto ya no pasa". Para eso eran imprescindibles los nuevos neumáticos Pirelli, un 25% más anchos y más gruesos para proporcionar un mayor agarre que permitirá velocidades de vértigo no sólo en las rectas. También son más resistentes, puntualiza el de Toro Rosso: "Duran mucho más. Pirelli reacciona a lo que pidieron los equipos".
Eso implica que habrá novedades en la dinámica de las carreras. En la estrategia no influirá tanto la degradación de las gomas. "No sé si habrá menos adelantamientos que el año pasado", dice Sainz, que señala a la calle de boxes: "Si hay menos paradas, puede haber menos pasadas. La estrategia será un pelín menos importante y la clasificación de los sábados puede que gane un poco". Además el piloto no tendrá ayudas al accionar el embrague en la salida.
No hay excesivos avances en los motores híbridos, que cumplen cuatro años, pero sí libertad para las escuderías a la hora de introducir evoluciones suprimiendo el sistema de tokens. En cualquier caso, cada coche podrá utilizar sólo cuatro motores por año.
Los pilotos han afrontado una dura pretemporada para adaptar su físico a las exigencias de los nuevos monoplazas, que les someterán a fuerzas G mayores. "Los coches serán mucho más físicos, hay que trabajar el cuello. Oiréis a los pilotos jadear por la radio y habrá que esperar a coger aire en una recta para hablar con el muro", advierte Sainz. El viernes empieza el desafío.
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