No existe mucha discusión , ni dentro del pelotón, ni fuera, para los especialistas: Peter Sagan es el mejor corredor del mundo . Sin embargo, no confía en su sprint er un grupo reducido. Por eso atacó en el Poggio. Pero se llevó consigo a Julian Alaphilippe y a Michal Kwiatkowski . El eslovaco hizo todo lo que debía hacer: romper la carrera y lanzar la volata desde lejos . Y, aun así, resultó insuficiente. Kwiatkowski le batió en el último golpe de riñón.
Kwiatkowski conquistó su primer monumento por fuerza e inteligencia . Respondió al hachazo del arcoíris y se enganchó a la rueda de Alaphilippe en las últimas rampas del Poggio. Aunque estuvo a punto de ceder, supo sufrir . En la Vía Roma, cogió perfectamente la aspiración de Sagan y le superó en la misma línea de meta. El polaco, campeón mundial en 2014, ya le había dejado en segunda posición en la Strade Bianche de 2014 y en la E3 de 2016. "No puedo reprocharme nada", dijo Sagan, siempre entregado, siempre a la ofensiva.
El colombiano Fernando Gaviria , que llegaba con favoritismo para ganar la competencia, terminó en el grupo principal en el quinto lugar, a cinco segundos del vencedor.