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Barça, sorteo contra el ciclo

Habría que empezar diciendo que, para el Barça, estar en el bombo de Nyon este miércoles ya es un regalo. El 14 de febrero, a las 23:00 horas, los ordenadores echaban humo para escribir que caía del grupo de élite de Europa. Que por primera vez desde la temporada 2006-07 estaba fuera en octavos. Que un ciclo había explosionado definitivamente después del 4-0 del Parque de los Príncipes. Otra vez el Barça se encargó de desmentir a la crítica, que ha (hemos) ido enterrándolo sucesivamente. Primero en 2012 cuando Guardiola se marchó agotado después de la semifinal contra el Chelsea. También en 2013 cuando el Bayern le humilló y en 2014 cuando el Atlético pudo con un entristecido grupo a las órdenes de Martino en cuartos.

Pero ahí sigue el Barça. Con una Champions más, por cierto, que en los últimos fines de ciclo anunciados. Y con el subidón del 6-1, una remontada que por la dimensión que tomó es casi un título. Así que, aunque se tensione en cuanto salga el nombre del rival, en principio mira sin presión el sorteo. Nadie lo dirá y el fútbol juega malas pasadas pero el preferido es el Leicester. Débil excepto en el inicio (Schmeichel) y el final del campo (Mahrez y Vardy), es la historia romántica de la competición. El más asequible. Real Madrid, Atleti y Bayern serían dolores de muelas para el Barça. Los blancos son el rey indiscutible de la competición y siempre tienen una vida más. Ganarle tres veces al Atleti en el Calderón (lo hizo en Copa y Liga por 1-2) es jugar demasiado con la probabilidad. Y Simeone sabe hacer daño en el Camp Nou. El Bayern es un demonio. Un derroche de talento. Tremendos defensas (Alaba, Javi Martínez, Hummels, Lahm), centrocampistas clarividentes (Xabi Alonso), de talento (Thiago), ganadores (Vidal). Y una bomba en la delantera con Robben, Lewandowski, Douglas Costa, Ribery en los últimos coletazos.

Así, el Barça también mira con buenos ojos, especialmente por los recuerdos, al Mónaco y el Dortmund. Y hasta a la Juve. De los monegascos hay una foto amable. El Barça se deshizo de ellos en la temporada 93-94 en un bonito camino hacia Atenas que acabó en pesadilla por el 4-0 del Milán. Aquel Mónaco de Scifo, Klinsmann, Ikpeba o Djorkaeff perdió en el Camp Nou (2-0 con dos goles de Txiki) y 0-1 en el Stade Louis II con gol de Stoichkov. El Dortmund también es un guiño en la historia azulgrana. Con Van Gaal ya al mando, el Barça le ganó la Supercopa de Europa (aún a doble partido) en 1997. Finalmente, la Juve. En la Copa de Europa 85-86, el gol salvador de Archibald. En la Recopa del 91, una remontada memorable a lomos de Stoichkov (3-1) y San Zubi en el Comunale. Y, recientísimo, el triunfo en la final de Berlín. Luego saldrá el rival que salga y el Barça sabrá que su rival principal será él y su carrera casi eterna por desmentir cada partido el fin de ciclo.