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WARRIORS 106-SIXERS 104

Curry y Green resucitan y los Warriors remontan un -16

Tres cuartos pésimos de los Warriors y reacción final de la mano de la recuperación de Curry y un increíble tramo final de Green. Sergio, mal.

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Curry y Green resucitan y los Warriors remontan un -16
NBA

Los Warriors ganaron a los Sixers. ¿Es noticia? Desde luego que no. Lo es el marcador (106-104). Y lo son los apuros, la necesidad de regresar desde la tumba (74-90 a dos minutos del final del tercer cuarto), la atmósfera casi de playoffs que recreó el Oracle para tumbar a un rival contra el que suman ocho victorias seguidas en más de cuatro años pero que sacó a relucir el terrible estado de las cosas de los Warriors, que necesitaron de épica final (28-14 en el último cuarto) a pesar de regresar a su pista y de que los pesos pesados acumulaban casi cuatro días de descanso.

Los optimistas pueden quedarse con una reacción que indica que sigue habiendo, como mínimo, energía vital en las venas de los de Steve Kerr. Stephen Curry regresó de entre los muertos con 4 de sus últimos 7 triples y 12 puntos en el último cuarto (1/6 y 17 hasta entonces, 29 puntos totales con un 8/23 en tiros). Klay Thompson anotó 28 puntos (aunque parecieron menos: -7 con él en pista), David West puso pegamento a tiempo y reapareció una defensa que no había existido para sellar a unos Sixers que se hundieron estrepitosamente: de ese74-90 al 93-92 en siete minutos. Al frente, poseído, Draymond Green: 20 puntos (11/14 en tiros libres), 8 rebotes, 8 asistencias, 4 robos y 6 tapones. Y más de lo que indica esa ya de por sí monstruosa línea estadística: estuvo en todas partes durante la reacción de su equipo con un ejercicio de energía y concentración en defensa absolutamente sobresaliente. Y los Warriors, al menos, se parecieron a sí mismos en ese parcial final, con Green dirigiendo la carga y Curry anotando triples después de buenas defensas colectivas. Eso, al menos, sigue estando ahí.

Claro que los pesimistas dirán que, con todo, el partido se resolvió en la última posesión, con un tiro libre fallado a propósito, pero sin rebote de ataque, por Saric tras falta de Green para evitar un posible triple que forzara la prórroga. Que los Sixers anotaron a su antojo durante casi tres cuartos, con puntos fáciles bajo el aro, segundas opciones y tiros liberados en cuanto circulaban un poquito. Que Pachulia volvió a intidimar muy poco, demasiados secundarios volvieron a naufragar, las pérdidas volvieron a acumularse en cascada y Curry (que celebraba cumpleaños: 29) llegó al descanso con un 19/81 en triples entre los siete partidos anteriores y esa primera mitad, en la que volvió a fallar de forma inexplicable tres o cuatros tiros absolutamente liberado. Como si sus errores crearan una sensación de incredulidad general, de los malos ataques se pasó a una defensa atónita y de ahí a una falta de seguridad que derrumbó a un equipo al que le pasan más cosas que la ausencia de Kevin Durant. Quizá, para esos pesimistas, haya más de desesperación que de vitalidad en esa carga final, con el Oracle en pie y el dueño Joe Lacob histérico a pie de pista.

Lo que suceda en el futuro marcará la forma en la que recordaremos partidos como este: si como muestras obvias de la carcoma que devora al que era aspirante gigantesco hace apenas mes y medio o si como victorias de coraje durante una mala racha que mantuvieron viva una llama que sigue encendida pero que es, ahora mismo, condenadamente irreconocible. Hasta entonces, y mientras se recupera Durant, habrá que prestar atención al psicoanálisis al que los Warriors se obligan en cada partido, también ante rivales teóricamente tan inferiores como los Sixers.

Estos, los Sixers, están 24-43 ya en plenas cuentas para el próximo draft (su ronda con posible intercambio con los Kings, las opciones de llevarse el pick de los Lakers…) y con Dario Saric ampliando sus opciones de ser Rookie del Año: esta vez 25 puntos, 7 rebotes y 6 asistencias (también 6 pérdidas, superado en ese último cuarto) y en los últimos 15 partidos 20,3 puntos, 8,5 rebotes y 3,9 asistencias de media. Okafor se hartó primero (22 puntos totales) pero también desapareció cuando Green obligó a unos rivales aterrados a no acercarse por sus dominios y McConnell (7+7+10) fue otro incordio que se disolvió al final, aunque su +12 en pista en 31 minutos contrasta con el -14 de Sergio Rodríguez en 17: 3 puntos y 3 asistencias con un 1/7 en tiros (1/6 en triples).

En los aledaños del Oracle, un panel gigante deseaba una pronta recuperación a Kevin Durant (en el ecuador de una baja que debería rondar el mes): vuelve pronto. Visto lo visto, parece más una súplica que un simple mensaje de apoyo. Los Warriors necesitan a KD. Pero también a un Curry más estable, a unos pívots más dominadores, a un banquillo más anotador, a una defensa más regular… Los Warriors necesitan ahora mismo tantas cosas que no sabemos si partidos como este dan la razón a los optimistas o a los pesimistas. En unas pocas semanas tendremos la respuesta definitiva.