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Sampaoli aprieta a Luis Enrique y Zidane

El Sevilla no ceja y aprieta a los de arriba. Los partidos de hoy en el Manzanares y el Cerámica ya traían bastante interés de por sí, pero la victoria del Sevilla lo incrementa. Ha igualado al Madrid, bien que con dos partidos menos, pero eso confirma que hay que contar con él de aquí a fin de temporada. Los béticos se quejan, con razón, de que hubo ‘offside’ previo en el segundo gol sevillista, pero tan cierto como eso es que los de Sampaoli dieron una nueva muestra de su tenacidad. Juegan bien y nunca se rinden, como dice el himno. Su insistencia hace que los puntos en juego en Madrid y Vila-real tengan todavía más importancia.

Primero, el Manzanares. El Atlético se siente fuerte de nuevo, con la pareja Gameiro-Griezmann en un grado de compenetración extremo, más Torres, a su vez, en un espléndido momento, así que hay alternativas de ataque. El Barça llega después de dos partidos espantosos de su línea media, esa zona en la que Luis Enrique mete y saca jugadores sin encontrar remedio. No da con ello. El desplome inesperado de Sergio Busquets, y el más comprensible, por edad, de Iniesta, han partido por el eje a un equipo que hizo leyenda de su dominio de los partidos. Le quedan, eso sí, Messi y sus compañeros de línea. Toda una amenaza.

Y luego, Vila-real. Salida difícil para cualquiera. El Madrid llega con la derrota de Valencia aún fresca y con Zidane teniendo que gestionar la abundancia, como escribía el otro día Segurola en estas páginas. Vuelve la BBC, lo que suele traducirse en más goles en ambas porterías: poderío arriba pero desprotección del medio campo y, con ello, apuros para la defensa. El Villarreal es equipo serio que ocupa bien los espacios y no regala nada. Y quién sabe, quizá cuando salga al campo, el Madrid haya sido rebasado por el Barça. En todo caso, le ha igualado el Sevilla. El enorme colchón se ha ido gastando. La cosa es que hoy no puede fallar nadie.