El Barça envidia al Madrid
Vuelve la Euroliga, con su apasionante formato de este año, todos contra todos. También ahí está líder el Madrid, flamante campeón de Copa. También ahí está ahogándose el Barça, que se agarra con una agonía que da casi pena a sus opciones de estar en cuartos. Mientras el Madrid exhibe y con orgullo el poco producto nacional que queda en la ACB (Llull, Rudy, Felipe), más un chico que es casi nuestro, Doncic, el Barça da palos de ciego. Entre lesiones y planificación lamentable, Rodrigo de la Fuente, insípido manager deportivo del club, ha incorporado durante el año a Jonathan Holmes, un perfecto don nadie, Alex Renfroe, Vitor Faverani, Moussa Diagné y Xavier Munford, que venía procedente de los Greensboro Swarm, equipo afiliado de los Hornets.
Mientras a Pablo Laso, brillante gestión de los recursos, se le empieza a comparar con sus 13 títulos a los gigantes madridistas Pedro Ferrándiz (27) y Lolo Sainz (22), a Georgios Bartzokas se le abandona a su suerte en un Barcelona absolumente vacío. La imagen de De la Fuente, Raventós y Albert Soler en la grada del Buesa Arena de Vitoria era la de un club inmóvil, incapaz de reaccionar ni darle una cobertura digna al mejor jugador de su historia. Juan Carlos Navarro, dos Euroligas con el Barça, oro mundial con la Selección española, dos Eurobasket, tres medallas olímpicas, una leyenda y una personalidad, no está para ponerle vendas a este Real Madrid que hace historia. Es la llave de una reconstrucción que los responsables del Barça ignoran.