La nefasta resaca de un éxito
Queda mucho por descubrir en el fútbol. La táctica, lo físico, incluso lo médico está bien estudiado y las lagunas son cada vez menores. Pero lo psicológico sigue teniendo cierto halo de misterio. Se repiten dichos que por comunes son generalmente acertados, aunque no se sepa bien por qué ocurren. Como lo de que la segunda temporada tras una de éxito es la más complicada, una de las frases conocidas de Johan Cruyff. ¿Y eso? Es cosa de la cabeza, seguro, pero estaría bien conocer más detalles. Apunto algunos: se dejan de hacer las cosas que se hacían para llegar arriba, se relaja el grupo, se alcanza tal confianza en uno que se pasa a la arrogancia, y a buscar las responsabilidades de otros cuando las cosas van mal (porque no voy a ser yo el culpable).
Eso le está ocurriendo al Leicester City al que, diez meses después de ganar la Premier, ha tenido que parar un motín contra el entrenador. Los que marcaban no lo hacen, se echa en falta lo que ya no hay (Kante), se abandona la esencia y se espera que, en algún momento, en algún partido, todo vuelva a ser como antes. Pero me da que sólo un accidente puede parar una dinámica tan negativa como la del Leicester.