Las cuatro advertencias de Zidane antes del Nápoles
El francés ha hecho hincapié a la plantilla en las cuatro claves necesarias para que el Real Madrid controle a los de Sarri y logre un buen resultado para la vuelta.
La presencia del Nápoles en el Bernabéu se percibe hoy mucho más amenazante que cuando se conoció el emparejamiento, allá por diciembre. Zidane ha deslizado los puntos a tener más en cuenta respecto a los de Sarri, un equipo con el descaro suficiente para abstraerse del famoso miedo escénico del Bernabéu y de los temibles recursos del Madrid.
No encajar goles
Cuestionado en la rueda de prensa de este martes por la importancia de no recibir goles, el francés ha sido claro: "En una eliminatoria siempre es así. Sabes que será ida y vuelta y, cuando juegas en casa, lo importante es intentar mantener la portería a cero. Es nuestro mensaje". Por más que parezca una perogrullada, su declaración de intenciones se sustenta en el último ida y vuelta de su equipo: el Celta anotó por partida doble en el Bernabéu y complicó decisivamente la empresa en Balaídos.
Empezar al 100%
Las comparecencias de Zidane suelen dejar, sobre el resto, un par de recados en torno a la pretensión de dos innegociables: la intensidad y la concentración. No ha habido excepción con vistas al Nápoles y ha incidido en que la puesta en escena inicial debe ser acorde al marco que envuelve el partido. El trabajo en Champions no es a tiempo parcial: un principio tibio puede conducir muy fácilmente al peor de los finales, un peligro que adquiere mayor relieve enfrente de un rival muy físico y técnico.
Frenar la movilidad napolitana
Zizou ha puesto el acento en la tipología del jugador medio en la plantilla italiana, cuyo patrón es el de futbolistas "pequeñitos que son muy buenos técnicamente", torbellinos con facilidad para asociarse, que están en determinada zona y un segundo después en otra, para acabar sorprendiendo por una tercera. El entrenador madridista deberá truncar ese intercambio de posiciones, ralentizar la rápida circulación, poner los semáforos en rojo cuando toque defender, especialmente si está de por medio Mertens, jugador superior que se presentará en Madrid mirando a Cristiano a los ojos: sólo ha metido un gol menos y ha dado cinco asistencias más que él pese a haber disputado 365 minutos menos.