Este martes comenzará llegada masiva de hinchas del Nápoles
Casi 10.000 aficionados del club italiano se desplazarán a la capital española desde el día antes al partido de ida de octavos de final.
Las autoridades españolas manejan que unos 10.000 hinchas del Nápoles viajarán a Madrid en las vísperas al enfrentamiento de octavos de final de la Champions entre el conjunto italiano y el Real Madrid, pese a que las 3.917 entradas que el Madrid dio al Nápoles se agotaron hace tiempo.
Según explica Il Mattino, el grueso de desplazamientos comenzará durante la mañana del martes, día previo al partido (miércoles 20:45). El medio italiano cuenta que están cubiertos los vuelos directos desde Nápoles y Roma y que ha habido una gran demanda de viajes a bajo coste con escalas en países como Turquía o Inglaterra para acabar llegando a la capital española.
Cientos de aficionados se reunieron para animar a los jugadores y en Il Mattino cuentan como la ciudad se ha volcado para el partido. Abogados y jueces no se perderán el partido. Un grupo compuesto por Bruno D'Urso, Presidente del Tribunal, Francesco Caia del Colegio Nacional de Abogados, Roberto Fiore, presidente de la biblioteca 'De Marsico', Vincenzo Sheehan, Concejal Ordinario, o varios abogados y notarios de renombre en la ciudad estarán en el encuentro.
Aficionados ilustres del Nápoles, músicos de la ciudad y cocineros que habitualmente reciben a jugadores como Callejón, Milik o Jorginho también estarán. El que no viajará es Luigi De Magistris, alcalde de la ciudad que tiene que responder a varios compromisos políticos. Estará en su lugar Francesco Giovanni, presidente Municipal.
Médicos conocidos como Pasquale Bertolini o Bernardino Tuccillo, director de cardiología, los pediatras y ginecólogos Andrea Manzi y Nicola Fortunato también estarán en el feudo blanco. Pero no sólo viajarán napolitanos desde Italia, algunos cruzarán medio mundo. Este es el caso de Daniel Savastano, un napolitano afincado en los Estados Unidos, donde es un popular chef en Boston. Viajará a Nueva York y luego a Madrid en cuatro días para ver un partido que puede ser único.