Al Barça le duró tres horas el liderato
Quedaba muy poco para que terminara el partido de Vitoria cuando Theo y Aleix Vidal fueron con todo a por un balón dividido. Del choque salió muy malparado el barcelonista, cuyo tobillo, que le quedó atrapado bajo la cadera, adquirió al instante un tamaño descomunal. No hacía mucho que había empezado el partido de Pamplona cuando en un choque entre Isco y Tano se vio con claridad cómo se partía la pierna de este, un poco por encima del tobillo. Dos escenas tremendas. Aún tuvimos que ver, cerca ya del final, a Danilo salir a hombros de las asistencias. Lo suyo no parece tan grave. Aleix y Tano faltarán del campo mucho tiempo.
El fútbol también trae dolor en ocasiones. Esas imágenes espeluznantes nos amargaron una jornada que venía con el interés de ver si el Barça podía adelantar, aunque fuera provisionalmente, al Madrid. Lo hizo, pero sólo por tres horas. El Alavés sólo sacó a cuatro de los que jugaron ante el Celta y fue presa fácil del Barça, que le fue demoliendo con la simple base de su superioridad técnica. Hasta seis goles consiguió. Falto como está el Madrid de dos partidos, con los puntos de Vitoria se ponía el Barça por delante, pero en las caras de todos lo que se veía era preocupación por lo de Aleix. Muy mala suerte, ahora que había despegado.
En Pamplona, el Madrid lo tuvo más difícil. Osasuna jugó bien, en especial sus atacantes Sergio León y Jaime Romero. Provocaron el primer gran partido de Keylor Navas desde que ha vuelto de la lesión. El Madrid, que empezó en 3-5-2, no se encontró en todo el partido. Modric aún no está. Pero como el equipo es certero arriba y lo peor de Osasuna es lo de atrás, consiguió ganar el partido 1-3. A falta de buen juego, solidez de líder. Pero al apagar la tele me quedé pensando en la desgracia de Tano, en el espanto que se veía en los rostros de los madridistas cuando le retiraban. El fútbol también es dolor y ayer lo vimos con una crudeza extrema.