Barça intimida a Alavés antes de la final de la Copa de Rey

Volvió el Barça. Y lo hizo a lo grande. Intimidando, goleando y marcando paquete. Aplastó el equipo blaugrana al Alavés por 0-6 en una actuación completísima con una alineación de poco académica, que se sostuvo en una defensa de circunstancias, un centro del campo mucho más afinado y una delantera desatada. Ah, y un portero que volvió a aparecer cuando más se le necesitaba. En resumen, una goleada balsámica que demuestra que el Barcelona sigue en la pelea por la Liga y marca territorio ante el Alavés, futuro rival en la final de Copa, a la que llegará con un serio rejonazo. De cara a ese partido, el Barça se quitó el complejo de la derrota del Camp Nou en la tercera jornada.

Después de unas actuaciones más que dudosas en el campo del Betis en Liga y en la Copa ante el Atlético de Madrid, el Barcelona se inoculó una dosis de autoconfianza a costa de un Alavés que venía de celebrar su pase a la final y que cometió el mismo pecado que el Barcelona en la primera vuelta. Rotó demasiado. Únicamente cuatro titulares repitieron respecto al partido ante el Celta y el conjunto babazorro se convirtió en la merienda de un Barcelona que necesitaba un partido como este.

Y eso que el Barça salió con una defensa para poner a prueba los corazones de los aficionados barcelonistas. Sin Mascherano, lesionado, y reservando a Piqué, el eje de la defensa quedaba en manos de Umtiti, que vio la amarilla a los cinco minutos, y del siempre imprevisible Mathieu. En los laterales, Luis Enrique optó por rotar dando entrada a Digne y Aleix Vidal.

El control del partido fue blaugrana, pero los contragolpes del Alavés, con un Theo que ayer demostró de nuevo ser jugador para un grande, llevaron peligro a la portería barcelonista, donde esta vez, Ter Stegen, quien sabe si picado en su motivación, por las últimas actuaciones de Cillessen, volvió a ser el portero de las dos últimas temporadas. Estuvo impecable el alemán.

A base de controlar la posesión del balón, el Barcelona fue cercando la portería de Pacheco hasta que Suárez cazó un centro de Aleix para marcar el 0-1 a los 37 minutos. Antes de la media parte, un mal rechace del portero local ante Suárez, que no deja de molestar jamás y que lucha cualquier balón, le permitió a Neymar marcar el segundo.

En la reanudación, el Alavés tuvo dos oportunidades al contragolpe para meterse en el partido, pero en la primera Santos falló en boca de gol y en la segunda apareció Ter Stegen antes de que Messi sentenciara el partido con el 0-3 descosiendo a un Alavés que encajó cuatro goles en siete minutos. Alexis se marcó en propia puerta evitando el segundo de Messi, Rakitic se desquitó de sus últimos partidos a asistencia de Suárez y el propio uruguayo remachó una jugada de Neymar tras el despeje del portero local.

Mucho antes del 0-6, ya todo el mundo estaba pensando en París y así actuó Luis Enrique con los cambios. Parecía la tarde perfecta para el Barcelona, tanto en la Liga, donde daba un golpe de autoridad, como en la Copa, donde intimidaba al Alavés, y en la Champions, recargando batería de moral. Pero llegó a falta de cinco minutos del final la fea lesión de Aleix. Un recuperado para la causa que sufrió una entrada de Theo sin mala intención que encendió las alarmas de un Barça que volvió a intimidar. El Barça ha vuelto.