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El Glorioso Alavés se mete en la final

El Alavés se metió por primera vez en su larga historia en la final de Copa. Digno premio para un equipo que está jugando de maravilla, y para un club bien ordenado, de vieja raíz histórica, que ha sabido elevarse sobre su propia estatura. Le ganó bien a un Celta que quizá pensó que un golito llega por sí solo en cualquier momento, y al final tuvo que buscarlo con demasiadas prisas en un descuento que se les hizo eterno a los vitorianos. El Celta es un buen equipo, pero ayer le faltó pasión. El Alavés también es un buen equipo, y además tuvo pasión. Esa fue la diferencia. Por eso tuvo las mejores ocasiones, entre ellas la del bello gol de Edgar.

Gran finalista. Este Alavés ya avisó cuando al inicio de la Liga ganó en el Camp Nou, nada menos. Luego, ha seguido dando muestras de un fútbol elegante, bien trazado, en el que luce Camarasa como gran activador y apuntan grandes cosas dos perlas del futuro de nuestro fútbol: Marcos Llorente y Theo. Y es bueno todo lo demás, incluyendo el meta Pacheco, que le rebañó con las yemas un gran tiro cruzado a Iago Aspas. Pellegrino está haciendo un gran trabajo ahí, y el premio es esta final, que devuelve el recuerdo de aquella de la UEFA, en 2001, heroico partido, perdido 4-5 ante el Liverpool. Anoche Vitoria se acostó feliz e ilusionada.

¡Y qué curioso es el fútbol! Este sábado, el Barça visita Mendizorroza, así que tendremos un ensayo de la final. Y el día siguiente, el domingo, Atlético-Celta, la final que no fue. Éste será en el Calderón, escenario, es de suponer, de la final auténtica. Los vitorianos cantaban anoche, “¡Sí, sí, sí, nos vamos a Madrid!”. Querejeta apostaba por San Mamés. ¿Y el Bernabéu? El Barça empezará pronto el turre, pero el Madrid ya anunció obras en su campo en la última asamblea. Así que lo previsible es que sea en el Calderón, que ese día echará el cierre. Barça-Alavés, final de Copa. Un bonito partido para cerrar cincuenta años.