Cúper busca olvidar con Egipto su mala suerte en las finales

Las dos selecciones más laureadas del continente africano se citan hoy en una inesperada final. Porque al inicio de la competición casi nadie habría apostado por ver a ambos equipos pugnando por el trono de África. Normal, ya que ambas selecciones llegaron con ciertas dudas a Gabón. La Egipto de Héctor Cúper, que tiene siete títulos en sus vitrinas, parte con un ligero favoritismo frente a la sorprendente Camerún de Hugo Bross, que suma cuatro (como Ghana).

Gran parte del mérito de haber llegado a la final es de sus entrenadores. En el caso de Cúper, desde su fichaje los Faraones parecen otros. Ha cedido tres derrotas en 28 partidos desde marzo de 2015, lo que habla muy bien de su solidez. Sobre todo en tareas defensivas, pues sólo ha encajado un tanto en lo que llevamos de Copa de África. Todo muy made in Cúper. Habrá que ver ahora si la maldición del argentino con las finales sigue o llega a su fin. Y es que el seleccionador de Egipto ha perdido sus últimas cinco finales importantes: con el Mallorca la Copa del Rey de 1998 y la Recopa de Europa de 1999; con el Valencia las Champions de 2000 y 2001; y ya con el Aris de Salónica la Copa helena de 2011. Hoy volverá a lo de siempre: rigor atrás y salida al contragolpe, donde Salah hace mucho daño. Además, podría recuperar a Elneny para dar un salto de calidad a su equipo.

Mientras, Hugo Bross sigue tapado. El seleccionador de los Leones Indomables tuvo que ver cómo ocho de sus mejores futbolistas desertaban antes del torneo y la presión en el país fue mayúscula. Hasta que su "equipo de 23 amigos", como los calificó tras pasar a la final, fue ganando y dejando grandes sensaciones. No tiene nombres importantes en su equipo y los más conocidos son suplentes. Pero el bloque manda y a base de trabajo y solidaridad puede dar la sorpresa. Faraones contra Leones. Cúper contra Bross.