Cristiano: 32 años en 32 momentos claves de su carrera
Tras vivir la mejor temporada de su carrera en cuanto a títulos individuales y colectivos, el jugador portugués celebra este domingo su trigésimo segundo cumpleaños.
Muchas son las decisivas circunstancias que han marcado y condicionado el rumbo de Cristiano hasta los 32 años que cumple este domingo. De Madeira a la élite, estos son 32 de esos momentos claves:
Su mudanza a Lisboa
Con sólo 11 años, Cristiano tomó la decisión que marcaría el resto de su vida: cambiar las sombras de Madeira por las luces de Lisboa, la capital del país. La etapa, casi traumática en sus inicios, un sentimiento similar al que Iniesta experimentó en La Masía, acabó resultando de lo más enriquecedora: de pronto, se hizo un hombre y, con sólo 17 años, debutó con el primer equipo del Sporting Portugal. En una previa de Champions, nada menos que frente al Inter.
Un corazón a prueba de problemas
Todo pudo haber cambiado, sin embargo, a los 15 años, cuando, según desveló su propia madre, tuvo que pasar por quirófano porque sus latidos eran demasiado rápidos cuando se sometía a esfuerzos considerables. Aquel fue su primer gran triunfo.
Debut con la Selección portuguesa
20 de agosto de 2003. Esa es la fecha en la que Cristiano también se hizo mayor con Portugal, el día en que se puso la indumentaria del primer equipo de su país. Se trató de un amistoso, con Kazajistán como rival. "Fue uno de los momentos que más me han marcado en la vida", reconoció mucho después, al celebrar sus 100 internacionalidades.
El salto a la élite
Aquel mismo verano, el de 2003, inició su ascenso a la cima del fútbol. Se comprometió con el Manchester United de Ferguson: uno de los jugadores con más futuro de Europa, en uno de los equipos con más presente y futuro del Viejo Continente. La cosa prometía… y las expectativas no defraudaron.
Su primer título
Aunque su primera temporada en Old Trafford (2003-2004) no fuera lo que se dice prolífica, algo quedó, algo que valió la pena y que tiene un lugar de preferencia en la trayectoria de CR7: su primer torneo ganado, una FA Cup que no fue suficiente para salvar la temporada del club, pero sí para sacar una sonrisa, la del portugués, que además hizo al borde del descanso el primer tanto del 3-0 de su equipo.
Las lágrimas de todo un país
Llegó a parecer que 2004 guardaba para Cristiano, como para el resto de sus compatriotas, un premio nunca antes saboreado. Portugal, organizadora de la Eurocopa, se plantó en la final, donde la humilde y limitada Grecia era su único y último escollo para su primer gran título. Para sorpresa continental, la selección de Otto Rehhagel, como ya había avisado durante el torneo, tuvo poco de perita en dulce. Hasta el punto de que, Charisteas mediante, amargó a todo Portugal, que lloró al unísono con un Cristiano incluido en el mejor once de la competición y desconsolado ante las cámaras de televisión cuando el árbitro indicó la conclusión.
En el XI del año de la UEFA
Lo que luego se volvería rutinario, entonces supuso otro punto de inflexión en la proyección del jugador del United: fue incluido en el once ideal de la UEFA de 2004. En su primera aparición en este tipo de alineaciones que sirven de reconocimiento a una temporada, formó centro del campo con Maniche, Ronaldinho y Nedved, escoltas de lujo de la pareja de delanteros, Henry y Shevchenko.
La pérdida de su padre
Nada tuvo que ver el frío de Moscú en que a Cristiano se le helara el cuerpo en la madrugada del seis al siete de septiembre de 2005, cuando Scolari, entonces seleccionador de Portugal, le dio la fatal noticia del fallecimiento de su padre. Sin apenas tiempo para haber asimilado el suceso, dejó de lado la sensación de impotencia de quien sobrevive a su papá y decidió seguir en la concentración y jugar como homenaje.
Zidane, verdugo en Alemania 2006
Cristiano llegó a su primera cita mundialista habiendo sido clave en la impecable fase de clasificación de Portugal. Sin embargo, ya en Alemania, sólo vio puerta una vez y un tanto de Zidane, su ahora entrenador, cambió sus sueños por pesadillas en semifinales.
Goles para una Premier
En el curso 2006-2007, siguió con sus mejoras. Ampliando sus registros goleadores, pudo celebrar su primera Premier League. Ya no había duda alguna: hacía tiempo que la promesa era una consumada realidad.
De la pena máxima a la alegría total
El 21 de mayo de 2008 vivió su primera final de Champions, con el poderoso Chelsea de Abramóvich como contrincante. Acabado el tiempo reglamentario con empate a uno (Cristiano hizo el gol del Manchester), hubo que esperar a los penaltis para conocer al campeón. CR7 falló su lanzamiento en la tanda, pero esa acción que le causaba una pena máxima rompió en alegría total con los fallos de Terry y Anelka. Aquel niño que se decidió a dejar Madeira por una ilusión ya era campeón de Europa.
Baño en oro
La Champions, el torneo que distingue a los buenísimos de los mejores, había encumbrado definitivamente a Cristiano, que fue galardonado con el FIFA World Player (el The Best de entonces) y el Balón de Oro 2008. Decisivo fue para ello que ya se hubiera convertido, sin olvidar las dotes de escurridizo regateador, en un imparable goleador: también fue Bota de Oro, algo que volvería a lograr en 2011, 2014 y 2015.
El Barça chafó la hazaña
En la 2008-2009, el United acarició una proeza sin precedentes: ganar dos Champions consecutivas. Sin embargo, el Barça se entrometió en la tarea y conquistó su tercera orejona con un Messi nuevamente decisivo.
"1, 2, 3… ¡Hala Madrid!"
El United consiguió mantenerle un año más, pero con tanto pretendiente a nadie extrañaba que acabara dejando Old Trafford. Finalmente, fue en 2009: el Madrid se impuso en la puja de los tiburones europeos. En su presentación, celebrada en un contexto casi hollywoodiense, demostró lo a gusto que se encuentra siendo el centro de atención: donde a otros les tiemblan las piernas y la voz, él lució moreno, sonrisa y tupé, y coronó la ceremonia diciendo a su ya nueva afición el cántico que quería escuchar: "1, 2, 3… ¡Hala Madrid!".
El rey de la Copa
En la 2010-2011, la ilusión se abrió paso tras la decepción de la primera temporada de los Cristiano y compañía con la misma fuerza con la que Mourinho llegó para que el madridismo olvidase a Pellegrini. Al final, tras muchas curvas, el club blanco sólo consiguió la Copa. Pero qué Copa. Una agónica prórroga siguió a un partido a cara de perro. En ese tiempo extra apareció Cristiano, que se colgó del cielo mientras esperaba el momento preciso para cabecear a gol el centro de Di María. No fue mala forma de conseguir su primer título como madridista.
Su primer pichichi
Ese mismo año acabó LaLiga como máximo goleador, con 40 goles en 34 partidos, promediando 1,17 tantos por encuentro. También encabezaría la lista de dianas en la 2013-2014 y en la 2014-2015.
La celebración 'Raulista' en el Camp Nou
En el Clásico de vuelta de la 2011-2012, el Madrid dejó sentenciada LaLiga gracias a Cristiano, que respondió a los tres minutos al empate de Alexis con un gol que festejó muy al estilo del Raúl que mandó callar al Camp Nou: "Tranquilos, calma, que aquí estoy yo", vino a decirle a la grada culé. Esta sería una de las primeras celebraciones peculiares que protagonizaría después: el comandante, el presumido y el pensador...
Una Liga de récord
En la 2011-2012 llegó la primer y única Liga que ha conseguido desde su aterrizaje en Madrid. Con Mourinho al frente, el Real Madrid se llevó el campeonato con la mayor puntuación hasta entonces lograda. 46 goles y 12 asistencias fue su decisiva contribución en la última vez que los blancos ganaron un torneo que se ha convertido en su lunar de cada temporada.
El penalti que nunca tiró
El verano de 2012 le devolvió a Cristiano la fe en triunfar con su selección. Portugal avanzó hasta semifinales, donde le tocó volver a jugársela con España, el fútbol más temido del mundo. La tanda de penaltis dictó sentencia y, mientras los de Vicente del Bosque celebraban la clasificación, la estrella lusa no escondía su frustración, no sólo por la eliminación, sino por haberse reservado hasta un quinto lanzamiento que nunca llegó.
Balón de Oro 2013
2014 empezó a lo grande para Cristiano, haciéndose con el Balón de Oro. Un inicio indicativo de lo que tenía por delante. Fue el primero ganado como jugador del Real Madrid; el primero compitiendo cara a cara con Messi.
La Copa de Bale
Una lesión impidió que CR7 jugase la final copera de 2014. Entonces, Bale se desató hasta vulgarizar a Bartra y llevar el trofeo a Madrid en ausencia de la estrella mayor, que tuvo que conformarse con asistir desde la grada a la potente exhibición del galés.
El gol de Portugal
El 5 de marzo de 2014 también forma parte del particular e histórico calendario de Cristiano: vio puerta frente a Camerún y se convirtió, con 49 goles en 110 partidos, en el máximo goleador de la historia de Portugal. Pauleta, que hasta entonces lucía esa condición, había hecho 47 en 88 encuentros.
La Décima
Pronto pudo olvidar la tristeza por perderse la final de Copa. Su objetivo era mucho mayor: estar en la de Champions en Lisboa, en el derbi de todos los derbis. Llegó muy mermado, pero llegó. Y puso la guinda con un gol de penalti en una prórroga ya decidida. Su celebración, locuaz, fue criticada por muchos, que afearon que presumiera de sonrisa y músculos como si, yo qué sé, estuviera a punto de proclamarse campeón de Europa.
Hat-trick dorado
CR7 repitió distinción a inicios de 2015, cuando se apuntó el Balón de Oro 2014, el segundo consecutivo, el tercero en total, gracias a la Copa, la Champions y el pichichi liguero. Su reacción en el escenario pasó a la historia y se coló en el abanico de cánticos y animaciones del Bernabéu desde que salió de su boca: "¡Siuuuh!", gritó para romper el lujoso protocolo de la gala en Zúrich.
Cumpleaños infeliz
Si de cumpleaños y de Cristiano se habla, sale a la palestra aquel protagonizado por el parcero Kevin Roldán. La filtración de la fiesta con la que el portugués celebró que cumplía 30 años coincidió con un progresivo e imparable descenso en su rendimiento y, por extensión, en el del Madrid, circunstancia que no desaprovechó Gerard Piqué para sacar punta en la celebración de la Liga culé de esa temporada ante un Camp Nou entregado a la mofa.
Historia blanca
El 17 de octubre de 2015, Cristiano marcaba ante el Levante para superar los 323 goles de Raúl y, con 324, pasar a ser el máximo goleador de la historia del Real Madrid, un hito para el que empleó 310 partidos, muy lejos de los 741 que invirtió el exjugador español para firmar sus más de 300 dianas.
La Undécima
Tras un año en blanco, Cristiano disfrutó un 2016 de ensueño. La llegada de Zidane le liberó de las ataduras con las que le había sujetado Benítez. Así completó una gran Champions con cúspide triunfal en Milán, donde el Madrid volvió a tumbar a su rojiblanco vecino con nuevo gol de Ronaldo: como en Milán, de penalti, pero esta vez para decidir el título.
La gloria parisina
De campeonato de Europa, en campeonato de Europa: Cristiano, aún con la resaca de la Undécima, lideró a una Portugal que estaba en muy pocas quinielas como ganador de la Eurocopa para saborear en París, casi nada, la gloria del primer título de su selección. La tragedia griega de 2004 ya dolía menos.
La rodilla, un calvario
Mientras menguaba el de la final perdida en 2004 con la victoria en la de 2016, un nuevo dolor aparecía con el triunfo en Francia: una dura entrada de Payet le obligó a ser cambiado, a perderse la Supercopa europea y la vuelta al cole después del verano. Desde entonces, a Cristiano le ha costado reencontrarse con su mejor juego y, por el contrario, se ha llegado a topar con los pitos del Bernabéu.
Hacienda y la sombra de la sospecha
A finales de 2016, El Mundo destapó supuestas irregularidades de Cristiano Ronaldo a la hora de tributar. Desde entonces, la sombra de la sospecha sobre la legalidad de sus cuentas y estructuras económicas le viene persiguiendo. Su respuesta ha sido tan concisa como directa: "Quien no debe, no teme".
Póquer de Balones de Oro
Con semejante expediente deportivo, las expectativas se cumplieron y el luso se llevó el Balón de Oro 2016, su cuarto, quedando a uno de los cinco de Messi, un extraterrestre al que el madridista parece empeñado en alcanzar.
The Best
Cristiano también se llevó el primer The Best, el premio con el que la FIFA renovó el antiguo FIFA World Player tras su divorcio de France Football.