Camerún y la clave de su éxito: un “grupo de 23 amigos”

Cuando hace menos de un año Hugo Bross se hizo cargo de la selección de Camerún, nadie en el país africano soñaba con ver a su equipo en la final de la Copa de África. De hecho, fueron muchas las críticas al técnico belga. Incluso antes de la cita de Gabón, cuando Bross dio la convocatoria y ocho de sus jugadores más importantes decidieron no defender la camiseta de su país, tampoco nadie confiaba en este jovencísimo equipo. No estaban los Choupo-Moting (Schalke), Matip (Liverpool), Nyom (WBA), Poundje (Burdeos), Anguissa (Marsella) Amadou (Lille), Onana (Ajax) y Assembe (Nancy) y sólo ocho de los 23 futbolistas (Ondoa, Oyongo, Nkolou, Aboubakar, Mandjeck, Salli, Moudandjo y Clinton Njie) contaban con experiencia previa en el torneo. Un hándicap más para Bross.

Sin embargo, el exjugador de la selección belga y el Anderlecht, entre otros, empezó a trabajar en silencio y, como tapado, fue dando sorpresas en la Copa de África. La última, en la semifinal frente a Ghana (2-0). Tras el encuentro, Bross dio la clave del éxito de una selección que ha tenido que renovar a base de deserciones y que ya no cuenta con su gran estrella en los últimos años: Samuel Etoo: “En mis 29 años como entrenador nunca he tenido un equipo como este. Se trata de un grupo de 23 amigos y lo he entendido como tal. Nadie creía que el equipo llegaría hasta aquí y ahora nos queda un paso más para hacer historia”.

Mañana se medirán los dos países más laureados del continente, con permiso de Ghana. Egipto ha conquistado el título en siete ocasiones, mientras que los Leones Indomables lo han levantado en cuatro. Y todavía está en la memoria de ambos la final de 2008, en la que los Faraones conquistaron el título frente a los Etoo y compañía. Ahora Camerún busca venganza en otra final. Pero antes, Ghana y Burkina Faso pugnarán por la tercera y cuarta plaza (hoy, 20:00 horas)