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BogotáActualizado a

Con mucha benevolencia vimos el primer tiempo. Generosos en el perdón hacia jugadores que no respondieron a su condición. Quintero, Marrugo, Jonathan Gómez, por citar a tres que saben jugar, lucieron alejados de su nivel habitual. No pesaron para nada en ese cero a cero. No es exageración, porque en la inicial sólo hubo un momento de susto para David González, que resolvió con reacción y reflejos. Ocurrió en una acción compartida entre Stracqualursi y Mosquera.

En la inicial, ante la pobreza de juego, es bueno reconocer los gestos de Santa Fe hacia dos jugadores que dejaron huella. Yulián Anchico que se marchó a continuar su carrera y Óscar Bolaños, jugador campeón hace muchos años.

En el Segundo tiempo, se presentaron casos como los de la delantera del Medellin. Nazarit y Hechalar, dejaron sus puestos por incapacidad absoluta en ataque. Santa Fe reemplazó a Anderson Plata por Valencia y lo mas acertado fue darle minutos a Omar Pérez. Un cobro de tiro libre de costado, que significó acabar con el tedioso cero a cero. En eso Santa Fe es un equipo práctico. Sabe qué quiere y cómo conseguirlo, dejando de lado las florituras y dándole espacio a jugadores con vehemencia y entrega.

Es el quinto título que gana Gustavo Costas, quien tiene el " palito" para dar alegrías. Preocupa sí que jugadores como Jonathan Gómez, luzcan tan flojos. En el lado opuesto, el sistema defensivo consolidado y firme y es ganador en la confianza de los hinchas. Tesillo, Moya, Urrego, Gordillo, Roa, son piezas para saludar a este campeón de la Superliga.

A Santa Fe para ganarle es necesario poner fuerza, correr, marcar y saber de la importancia de la pelota quieta en cobros de costado. Los 25 mil espectadores, salieron convencidos que Santa Fe es ganador a la hora de finales. Salud...