Venus Williams bate a los años y a la enfermedad en Australia
La mayor de las Williams ha recuperado su mejor tenis a sus 36 años en el torneo australiano, una competición que se le resiste en su palmarés.
Tras su victoria ante Anastasia Pavlyuchenkova en cuartos de final del Open de Australia, Venus Williams ha demostrado que en este 2017 aún conserva ese tenis que le hizo ser una de las mejores jugadoras del circuito durante sus más de 20 años de trayectoria. Con este triunfo, Williams ha alcanzado su vigésimoprimera semifinal en un torneo del Grand Slam, y lo ha hecho en uno de los majors que faltan en su palmarés.
Venus, actual número 17 del mundo en el ranking WTA, buscará sumar el Open de Australia a un palmarés en el que ya acumula 7 torneos de Grand Slam, con 5 títulos de Wimbledon y 2 US Open, además de un oro olímpico individual en los Juegos de Sidney 2000. Venus llegó en una ocasión a la final del Abierto de Australia, en 2003, aunque su hermana Serena Williams le privó de ganar el título.
Venus, que ha terminado 12 temporadas en el Top-10 del ranking, vio como su carrera en el tenis corría peligro después de que en 2011 se la diagnosticase el Síndrome de Sjögren —una enfermedad crónica autoinmune que daña el nivel de energía, causa fatiga y dolor en las articulaciones—, que hizo que su rendimiento bajase esa temporada y cayese a la posición 103 del ranking. Sin embargo, Venus ganó ese importante partido contra la enfermedad y recuperó resultados.
Desde 2015, ha llegado o sobrepasado los cuartos de final en tres torneos del Grand Slam: el Abierto de Australia 2015, el US Open de ese año y en Wimbledon de 2016, donde alcanzó las semifinales y sólo Angelique Kerber impidió que luchase por el título sobre la hierba londinense ante su hermana Serena en la final. A sus 36 años, Venus quiere sumar otro major a su palmarés, algo que no logra desde el año 2008, cuando ganó su quinto Wimbledon. Hace 14 años que no llegaba a las semifinales en Melbourne y ahora quiere más.