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Fútbol

Zapata: “Me tienen vetado en Colombia por malgeniado”

El atacante vallecaucano reconoció en diálogo con AS Colombia, que ha sido “peleonero”. Pidió una nueva oportunidad y aseguró un cambio en su comportamiento.
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Zapata: “Me tienen vetado en Colombia por malgeniado”
Colprensa.

William Zapata, fastidiado por las rechiflas de los simpatizantes del América, les respondió con poesía…recibió el balón tras la desatención de Diego Chica, avanzó, amagó hacia afuera y con cambio de pierna se metió por el medio de dos jugadores del Chicó, pisó el área, volvió y amagó con ir hacia afuera y tiró una diagonal interna, quedó frente al arquero y tocó con su borde interno derecho el cuero que se metió luego de besar la base del palo izquierdo del arco que defendía Eduardo Blandón.

Fue el empate para los rojos en el Rivera Escobar de Palmira, por la fecha 14 del Apertura de 2011. “Ha sido el gol más bonito que he hecho en mi carrera. Lo tengo en mi mente, los hinchas del América siempre me lo recuerdan”, aseguró el atacante de 28 años.

Antes de aquella temporada, Zapata había jugado en Cortuluá, en el Cienciano peruano y había vivido su primera experiencia con el América tras debutar con el entonces Dépor F.C. “Nací siendo hincha del América, porque mi mamá es muy hincha. Cuando estaba niño, simulaba cobrando tiros libres y ponía unas sillas rimax como portería, decía que yo era Jersson González; entonces, poder jugar con tantos ídolos fue un sueño hecho realidad”.

Y después de 2011, jugó con el Cúcuta, en el Táchira venezolano, Medellín, Santa Fe, Pasto, Jaguares, Chicó, y en el Apertura de 2016 actuó con el Marathón de Honduras. Durante el pasado semestre, soportó el destierro, el estar lejos del calor de los entrenamientos, del rugir de los estadios; sin cámaras, sin polémicas, sin presencia mediática.

Fue como volver a empezar, en la misma cancha en la que inició a soñar con ser jugador profesional, en la Robleda (vereda del municipio de Caloto, Cauca), en la misma escuela de donde irrumpió, ahora como improvisado entrenador. “En estos seis meses que no tuve la oportunidad de jugar, me quedé entrenando a los niños de la escuela (club deportivo Real Juventud) junto a un tío y un primo. Trato que los niños no cometan los errores que yo he cometido, que respeten a los profesores, a los árbitros y que mantengan tranquilos”, expresó’.

Quiere otra oportunidad, acabar con el estigma que lo tiene marginado. Quiere volver ser útil como jugador, y asegura que no volverá a tropezar con la misma piedra. Así lo expresó a AS Colombia, en su acto de contrición.


¿Tocó la tierra en estos seis meses?

“Sí porque uno tiene familia y quiere estar figurando. He sentido estos seis meses sin jugar y estoy a la espera de que se abran nuevas puertas. No quiero que mis hijos vivan lo que he vivido (tiene una niña de 1 año y la esposa tiene 7 meses de embarazo). Pienso en mi mamá que me tiene solo a mí. Estaba pensando en otras cosas, en ponerme a estudiar para ser entrenador de fútbol, pero mis representantes vinieron a visitarme, me hicieron abrir los ojos. Estoy convencido de que puedo dar más. He estado entrenando”.

¿Por qué se quedó sin equipo el semestre pasado?

“En estos momentos me tienen vetado en el fútbol colombiano, por malgeniado. He llamado a varios entrenadores, y mi representante ha tocado muchas puertas y siempre le dicen que soy muy conflictivo y malgeniado. Mi representante me dice que es el primer caso de un jugador que está ‘parado’ por malgeniado, no por toma trago ni por mujeriego”.

¿Y por qué se ha ganado esa imagen?

“Por las decisiones arbitrales, muchas veces no sé manejarme con la hinchada cuando critican, por un comentario hecho en una red social... Además de no tener buena relación con algunos compañeros. Y en el fútbol todo se sabe. La gente dice que soy muy peleonero y por eso no me llevan a los equipos”.

¿Se ha dado golpes con algún compañero?

“Sí, me estoy sincerando y he peleado con algunos compañeros en los camerinos, en los entrenos. No ha sido recurrente pero sí ha habido dos o tres situaciones”.

¿Y con técnicos y dirigentes?

“Sí. Todos sabemos que hay equipos en los que se demoran en pagar y no he sabido mantener la calma. No han sido peleas, pero sí he encarado a los directivos. Eso les molesta, así lo haya hecho decentemente”.

¿En qué clubes ha tenido mayores dificultades económicas?

“En el 2009 en América nos debían seis meses, y cuando vendieron a Adrián Ramos nos abonaron dos meses y medio. Cuando salí en el 2011, nos quedaron debiendo tres meses, pero me los pagaron. En Pasto me quedaron debiendo cuatro meses y luego me los pagaron. También me quedaron debiendo en Cúcuta, en Perú y en otros más equipos que no los nombro para que no se cierren esas puertas”.


¿Las mayores multas que ha debido pagar?

“Una vez en Santa Fe me multaron con 1,500.000 por una pelea con un compañero”.

¿Y las expulsiones?

“En la A tuve dos expulsiones. En un clásico, Medellín – Nacional, Buitrago me sacó una amarilla que me inhabilitaba para la próxima fecha, entonces me llené de rabia y lo empujé, me sancionaron con dos fechas y un mes”.

¿Cuál es su mayor compromiso cuando le vuelvan a dar la oportunidad?

“Esta es una manera de demostrar mi arrepentimiento y compromiso con mi profesión. Si algún club me da la oportunidad, voy a tener el mayor compromiso posible, voy a acatar las órdenes, dejar de discutir las decisiones arbitrales… Si estoy bien una temporada, estoy seguro que voy a ir al fútbol del extranjero para ayudar a mi familia”.

¿Tiene posibilidades de volver?

“Tuve una opción de ir a Vietnam, pero no era muy claro. Ahora tengo la posibilidad de ir a un equipo de la A y a otro de la B, pero hay dudas, piensan que no he madurado ni dejado la prepotencia ni el agrande. Reconozco mis errores. En el fútbol hay que soportar muchas cosas, hasta ofensas. Veía un video de Marcelo Bielsa en el que dice que hay que aprender a tragar veneno, y es lo que tengo que hacer”.