Alavés, con Daniel Torres en los últimos minutos, neutraliza al Athletic
Los leones dominaron, pero Camarasa y Deyverson tuvieron las mejores ocasiones por fallos locales. Rotura en el recto anterior del guardameta Arrizabalaga al sacar de puerta.
El Alavés ha jugado un partido perfecto para no perder en San Mamés. Ha neutralizado a un Athletic dominador en el juego y con presencia en campo contrario, que se ha visto impotente para sacar partido a una de sus especialidades, el balón parado. Hasta trece córners han tenido los leones y apenas han rematado con claridad en una ocasión de Laporte. Pellegrino ha jugado sus bazas a defenderse bien y esperar fallos locales. Y le ha salido como soñaba. Faltó que Camarasa, al poste, y Deyverson, contra el cuerpo de Iraizoz, tuvieron las dos mejores ocasiones del derbi.
Los onces han presentado importantes novedades. Valverde entendió que el desgaste del partido copero ante el Barcelona le podía generar problemas a la hora de imponer ritmo al partido e introdujo nada menos que seis cambios, guardando en el banquillo a Williams, San José y Bóveda. Recurrió a Elustondo como improvisado lateral derecho contra Ibai, quien como Toquero fue ovacionado por San Mamés. Pellegrino se encontró con el contratiempo de las molestias de Pacheco, que le llevaron a alinear a Ortolá. No sería el día de los porteros, ya que Arrizabalaga se retiró lesionado pasada la media hora al pegarle un tirón en el muslo al sacar de puerta. El frío influyó, sin duda. Ahora habrá que ver si el Athletic recupera a Alex Remiro, cedido en el Levante sin jugar, o se conforma con tener de suplente a Unai Simón, meta del filial. Tenía tres porteros con Herrerín y al cederlo ahora debe buscar uno.
El guión del partido fue muy claro: el Alavés se pertrechó en su campo e impuso dureza en las disputas de Laguardia y Feddal con Aduriz y Raúl García. Todo ello con la permisividad del colegiado, Del Cerro Grande, que debió amonestar en la primera mitad a Laguardia, Deyverson y Rico, y sólo vio la amarilla Aduriz por protestar. Puso muy bajo el listón y el equipo de Pellegrino se sintió muy cómodo. Debía tener mala conciencia, porque luego a la hora sí amonestó a los dos centrales. La de Laguardia fue muy clara por una patada a Williams, la de Feddal, injusta.
El Athletic mandó desde el inicio con la pelota. Raúl García envió a las manos de volea con la tibia un centro medido de Aduriz. Elustondo, que cumplió con el marrón de jugar en la banda pese a ser un futbolista de marcado corte interior, peinó un córner y Laporte, en el segundo palo, lo cabeceó fuera con todo a favor. Beñat, que desquició a San Mamés con los saques a balón parado, amenazó desde lejos al ex portero del Barça, que se quitó bien el balón de encima. El Glorioso aguardaba agazapado a un fallo local y este llegó en pleno desconcierto por la lesión de Arrizabalaga. Camarasa se plantó solo ante Iraizoz y mandó al poste derecho la pelota con Iraizoz desconcertado. El Alavés solo tuvo esa oportunidad en la primera parte y disparo de Marcos Llorente que blocó bien el meta local.
En la segunda parte, el Alavés se estiró más. Ibai apareció en un par de jugadas, una con un pase atrás que Camarasa no acertó a rematar bien. Jugaron con mucha paciencia y esperaron otro error. Y fue grueso, uno de esos de Laporte que le empañan toda su calidad. Deyverson lo estrelló contra un Iraizoz que aguantó muy bien plantado para que le pegase el balón en el pecho. Fue pasando el tiempo y el Athletic no encontró vías de agua. Sólo un pase filtrado de Muniain en el que Aduriz se durmió al chutar. Fue un empate justo.
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