La receta de Zidane para ganar a Sampaoli: James, intensidad...
El técnico sevillista alardeó en la previa de su intención de controlar el juego en campo del Real Madrid, pero el planteamiento del francés desbordó al Sevilla.
El Real Madrid dejó encarrilado el pase a cuartos de final de la Copa del Rey con una primera parte sublime. La alineación y el planteamiento táctico de Zidane anularon al Sevilla en unos 45 minutos iniciales que resaltaron la superioridad madridista en el partido. Estas fueron las claves que dejan allanado el camino a la siguiente ronda
Presión intensa que ahogó al Sevilla
Muchos preveían que el equipo de Sampaoli controlara el balón. El propio técnico argentino había anunciado sus intenciones en la previa. Pero la posesión estuvo repartida y cuando el Sevilla tenía el esférico careció de verticalidad, asfixiado por el intenso trabajo del Real Madrid en la primera línea de presión. Zidane dio descanso a Cristiano y dejó en el banquillo a Benzema, en una decisión que resultó más que acertada. Asensio, Morata y James, necesitados de reinvidicarse, derrocharon esfuerzo y sacrificio para dificultar la salida del balón de un Sevilla excesivamente estirado.
La presión pronto mostró resultado. Un robo de Casemiro en tres cuartos de campo del Sevilla a la salida del balón del conjunto hispalense dio origen al 1-0 de James. Sampaoli acabó viendo cómo el Real Madrid frustró sus planes y durante algunas fases del encuentro la zaga local se situaba en terreno sevillista en la salida de balón del conjunto hispalense. El Sevilla perdió 30 balones en la primera parte.
Proyección ofensiva de los laterales
El Real Madrid miró hacia adelante sin complejos, con Marcelo y Carvajal muy participativos en ataque. El brasileño, particularmente, buscaba constantemente apurar línea de fondo y mostró un gran entendimiento con Marco Asensio. Tuvo varias ocasiones para marcar —sólo Morata remató tanto como él—, la más clara en una jugada (29') que inicio él mismo en un saque de banda y finalizó con un remate empalando un centro de James, que vio perfectamente la rápida incursión del lateral.
En el resto de la defensa, Nacho volvió a confirmarse como un seguro de vida ante cualquier ausencia en la zaga; Varane se dio el gusto de marcar y Casilla tuvo una actuación sin mácula, sobresaliente cuando el Sevilla le exigió.
Un centro de campo excelso
Casemiro, Kroos y Modric estuvieron impecables, cada uno en su función. De la presión del brasileño —muy atento para cerrar los espacios cuando su compatriota Marcelo se incorporaba al ataque— nació el primer gol de James. El Sevilla no encontró el camino al área por el centro y la labor defensiva de Casemiro estuvo perfectamente complementada por Kroos: el alemán recuperó diez balones en una de sus mejores actuaciones en este apartado y en la creación el juego del Madrid pasaba una y otra vez por sus pies —fue el jugador más participativo— y los de Modric. Sólo el poste evitó que el croata pusiera la guinda a su partido con una plástica media chilena.
Intensidad permanente desde el primer minuto
Un aspecto que determinó el devenir del partido fue el estado físico del Real Madrid. Salió enchufado desde el primer momento y aprovechó ese ímpetu para ponerse con 2-0 a la media hora. A los jugadores blancos se les notó más rápidos que a los de Sampaoli y, a pesar del derroche físico en la presión, el equipo acabó fresco el partido.
Zidane está muy concienciado de que la plantilla no sufra el bajón que se apreció hace dos temporadas tras el Mundial de Clubes y acabó costando la Liga al Real Madrid. El trabajo de Pintus se deja notar y el entrenador también demuestra sus intenciones con una política de reparto de minutos —ayer les tocó a Cristiano y Benzema— que, además de dosficar a la plantilla, mantiene a todos los jugadores enchufados.
James
El colombiano disfrutó de otra oportunidad para demostrar que merece los minutos que reclama en sus declaraciones y esta vez dio argumentos a sus quejas. En el primer gol, James buscó la portería rival en cuanto recibió el balón recuperado por Casemiro y fue certero, aguantando el balón hasta que vio el hueco para dejar el esférico inalcanzable para Rico. Con el penalti demostró que, ante la ausencia de otros lanzadores, está dispuesto a asumir responsabilidades y en líneas generales estuvo generoso repartiendo juego.
James tampoco escatimó esfuerzos en labores defensivas, atento para realizar la cobertura a Carvajal cuando tocaba y poniéndose incluso a la par que el lateral en la línea de zagueros cuando el Sevilla atacaba.
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