No hay margen para regular
Regresaron las estrellas del equipo de sus vacaciones para liderar a un equipo al que no le queda margen para regularse. Al Barcelona no le queda otra que empezar el 2017 al máximo de potencia. Primero porque la situación en la que acabó LaLiga así lo exige y cualquier tropiezo ahora pasa a ser ya algo muy serio. Y luego porque el calendario de este enero viene cargado. De entrada un doble duelo copero ante el Athletic Club y entre medio la visita a El Madrigal, donde el Villarreal está jugando a un nivel altísimo.
A Luis Enrique le pagan por tomar decisiones y la suya fue la de primar el descanso de los hombres decisivos buscando que en su retorno lideren al equipo en la persecución al Real Madrid. Por ese motivo va a ser curioso ver si el técnico asturiano ya utiliza a su tridente pasado mañana en San Mamés sabiendo que el domingo juega en una de las plazas más complicadas del campeonato. Tras quince días de vacaciones parece temerario hacer jugar a Messi, Neymar y Suárez dos partidos casi consecutivos de la exigencia que obligan Athletic y Villarreal con apenas dos entrenamientos. La solución más conservadora sería la de llevarlos a Bilbao y dosificar sus minutos para que ante el Villarreal puedan ser determinantes. Pero es que el equipo no está para regular nada. Debe ir a por todo.