Mercado chino: ¿Por qué no fichan porteros extranjeros?
Los clubes con más poder económico de la liga china están desembolsando astronómicas cantidades por jugadores de renombre, pero no llega ningún guardameta: hay una razón.
La liga china está siendo una gran amenaza para los principales campeonatos de Europa, donde militan los futbolistas más relevantes. Los clubes chinos con más poder económico están desembolsando 'millonadas', no sólo en cuestión de traspasos, sino en gasto de ficha, para captar a jugadores de renombre. Al campeonato chino han llegado Jackson Martínez, Ramires, Gervinho, Lavezzi, Hulk... El último que ha hecho saltar la banca en la liga china ha sido el brasileño Oscar, procedente del Chelsea: el Shanghai SIPG ha pagado más de 60 millones de euros por su fichaje, el más caro de la historia del fútbol chino. Y el siguiente puede ser Carlos Tévez.
Sin embargo, es curioso que con tantos fichajes mediáticos y astronómicos en cuanto a las cantidades no haya llegado aún ningún portero de renombre internacional. Hay una razón para ello: está prohibido que el guardameta de cualquier equipo chino sea extranjero. Esto está relacionado directamente con la protección al jugador chino. Cada club chino dispone de cuatro plazas para jugadores extracomunitarios y una para un jugador asiático (además de tres plazas reservadas para canteranos). Ya en el terreno de juego, sólo pueden coincidir tres jugadores no asiáticos más el asiático, por lo que habrá, mínimo, siete jugadores chinos sobre el césped. Por lo tanto, los futbolistas extranjeros en un equipo no pasan de cinco, aunque estos juegan un papel fundamental.