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De Javier Mariscal a Lydia Valentín

La de ayer fue, como cada año, nuestra noche más grata: la Gala de AS,un encuentro de amigos y una exaltación de nuestros Deportistas de más mérito. En año olímpico, el grueso de los premios fue para nuestra delegación en Río, que tan felices nos hizo. En los ocho oros que premiamos queda representado el esfuerzo de todo un extenso equipo que, contra pronósticos pesimistas derivados de la crisis, que llevó a recortes duros en este campo, alcanzó resultados formidables. Alejandro Blanco lo definió como un milagro, el milagro de la voluntad. Cerramos, por cierto, con Lydia Valentín, despojada injustamente de medallas anteriores.

Fue un cierre emotivo, digno de un bonito acto en el que también premiamos a Hortelano, como revelación, a los socios números uno del Madrid y del Atlético como representantes de dos aficiones que repitieron en Milán el ejemplo de civismo de Lisboa, a Sampaoli como personaje latinoamericano en España y a Luis Suárez, gallego y sabio, todavía el único ganador del Balón de Oro nacido en España. Todo previo a una felicitación al Real Madrid, que acaba de escalar de nuevo la cima del mundo, y es la quinta vez que lo hace. La mesa de veteranos del club recibió la ovación, en ausencia del equipo, de vacaciones desde el pitido final.

Otra cosa marcó la gala: entramos en nuestro año número cincuenta. En el acto presentamos el logo, con sus animaciones, que se debe a Javier Mariscal, el padre de ‘Coby’. Aquella arriesgada y discutida mascota por la que apostó Maragall contra viento y marea, resultó ser la más feliz y rentable de la historia de los JJ OO. Para AS es un orgullo tener un referente como Mariscal en nuestro cincuenta aniversario, que coincide con el vigesimoquinto de aquellos JJ OO de Barcelona que nos dejaron amigos para siempre. Cumplimos años, pero nos sigue divirtiendo esto. Cada día venimos con ganas a trabajar gracias a ustedes, que nos siguen.