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Así es la vida. En la noche de las velitas y sin pólvora, Santa Fe y Nacional empataron a un gol y sin luces y con cuestionamientos serios para los dos técnicos.

Tiene que estar muy mal físicamente y perdiendo lucidez, Omar Pérez para que no entre a la cancha siquiera quince minutos. Porque además, Jonathan Gómez, había salido lesionado y el local, quedó sin un buen lanzador, para intentar aprovechar a Osorio y Plata. Perlaza que ingresó muy tarde, al menos en escasos movimientos, señaló estar más preparado para empujar el equipo.

Si eso ocurría en el local, habría que preguntar a Reinaldo Rueda o Bernardo Redín, por qué apareció tan tarde Juan Pablo Ramírez. En el poquito tiempo que jugó, intentó dar más juego a la zona de volantes e intentar despertar a los delanteros, que eran tres: Quiñones, Rescaldani y Dájome. Esos no "estuvieron" de hecho puesto que en 45 minutos, el arquero Castellanos casi resulta el " entumido " de la noche. Por el frío y sin trabajo.

Santa Fe quiso en la complementaria ir por el empate y lo logró. Después no sacaron beneficio del nerviosismo del arquero Bonilla, quien tiene muchos partidos encima, pero se nota que le falta seguridad para resolver los centros, pues usa mal los puños. 

Sin averiguar mucho, supongo que los hinchas cardenales se fueron disgustados. En el papel se aspiraba superar esta formación de Nacional, donde ex-jugadores rojos, Bernal y Nájera fueron protagonistas. Bernal anotador del gol verde y Nájera, autor de la pena máxima bien ejecutada por Gómez.

El partido de regreso en Medellín, Nacional será menos de lo visto en El Campín, porque faltaran unos tres de los vistos en Bogotá. Así que será una fuerza juvenil y Costas, debe organizar mejor el medio campo, porque los delanteros esos son. Para el visitante el empate es un aliciente y les puede otorgar confianza para pensar en la final.

En teoría, Santa Fe era mucho más que el grupo presente en El Campín de Nacional. Es de común ocurrencia que en el fútbol se piense en sacar ventajas del rival, más cuando se conoce el plantel y las características de sus integrantes. Si damos por cierta esa reflexión, Santa Fe quizás se confío tanto en el primer tiempo, razón por la cual en el final se apuró, empujó con desorden y sin claridad en el apoyo tanto de Roa como Balanta.

Nada se ha perdido. Sin embargo, se notó la falta de "luces" en el terreno y en los restantes 90 minutos debe estar concentrado y agresivo en fútbol desde el comienzo, para comprar el tiquete a la final.