Caracol Radio
NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

REAL MADRID-BORUSSIA D.

Con un ojo puesto en Benzema y otro en Aubameyang

Prueba del nueve en el Bernabéu con la primera plaza en juego. Casemiro apunta a titular. Kroos y Morata pueden tener minutos. Reus, resfriado, es duda.

El Borussia Dortmund, durante su entrenamiento en el Bernabéu.
El Borussia Dortmund, durante su entrenamiento en el Bernabéu.JESUS AGUILERA

Real Madrid-Borussia de Dortmund

Ampliar

La fase de grupos en la Champions, cuya doble utilidad es asegurar tres partidos en casa a los participantes y servir de red a los grandes, ofrece el inconveniente de que llegada la hora de la verdad puede presentarse el dilema de si es mejor ganar o perder. Al Madrid sólo le vale el triunfo para ser primero, pero ya sabe que en el segundo bombo hay dos cocodrilos, Bayern, PSG y City. A cambio, el liderato le garantiza la vuelta de octavos en casa, ventaja demostrable: históricamente ha garantizado el pase en el 72% de los casos. La combinación de ambas posibilidades es que no habrá drama, pero sí un partido de gran tamaño.

Desde el empate de ambos equipos en el Signal Iduna Park, el Borussia ha sumado dos derrotas en doce partidos, pero ha recuperado a Reus, llamado a liderar el proyecto post Klopp. Las lesiones le han interrumpido demasiado, pero en su regreso han sonado fanfarrias: dos goles y seis asistencias en tres partidos. Un refuerzo notable (aunque quizá no juegue por un resfriado) para un equipo desatado en ataque y descuidado en defensa. En esta Champions ha metido 19 goles (14 al Legia) y está a uno del récord en una fase de grupos. En la Bundesliga le ha ido peor: sexto, a nueve puntos del Leipzig, y con una notable debilidad a domicilio, donde ha encajado 11 de sus 14 goles en contra.

Los dientes de sierra responden en cierto modo al modelo. Thomas Tuchel, su técnico, aún anda dándole la vuelta al plan Klopp, empeño discutido por parte de la grada, acostumbrada a una relación más emocional con el técnico (a Klopp le gustaba dibujarse un corazón en el pecho con las manos cuando se acercaba al célebre Muro amarillo) y a un fútbol más vertical. Tuchel está más por el juego posicional y algunas de sus críticas a la plantilla (sobre todo tras el pinchazo ante el Eintracht) revelaron ciertas tensiones con el director deportivo, otra leyenda del Borussia, Michael Zorc.

En cualquier caso, su plan es ambicioso y de futuro. Sólo uno de los nueve fichajes del verano es defensa. Cinco de los recién llegados tienen menos de 22 años. Y el centro del campo descansa sobre Weigl, de solo 21 y que ya ha jugado cuatro partidos con la selección.

El Madrid se encontrará con un equipo aún en obras pero con colmillos. El francés Dembelé, con 19 años, es la sensación de la Bundesliga y Aubameyang suma 18 goles en 18 partidos. Una gran actuación hoy puede ser la ola que acabe llevándole al Madrid. También  tiene bajas notables: el meta titular, Bürki, y dos fichajes, Götze y Guerreiro. “Para este no hay relevo”, se lamenta Tuchel.
En el Madrid comienza a escampar. Casemiro jugó ante la Cultural, tuvo minutos en Barcelona y hoy recuperará ese papel de centrocampista bisagra. Kovacic, en cualquier caso, ha minimizado los daños durante  su ausencia y ha presentado una buena oferta de futuro. También regresan Morata y Kroos, aunque aún no están para 90 minutos.

Zidane tocará poco el equipo. Quizá entre Pepe y parece seguro que insistirá en Benzema, incapaz de levantar el vuelto. Ha marcado seis goles 17 partidos y su siempre difícil relación con el madridismo parece muy deteriorada. “Siempre puede hacer más, como todos”, fue la tibia defensa a su compatriota de Zidane, acorralado por las indirectas sobre un presunto trato de favor. Contra Benzema juegan el tiempo, la paciencia del público y Aubameyang.