Zidane, Luis Enrique y los suplentes
La Copa no le ha hecho ningún favor al Barça, que en vísperas del Clásico ha quedado en evidencia frente al Madrid y hasta el Atlético. Estos golearon en sus salidas (el Madrid hace tiempo, y también en la vuelta) a sus rivales de Segunda B, como es de esperar. Hay mucho salto entre esas categorías, y aun con los suplentes y a domicilio, lo lógico es que consigan resultados así. Pero el Barça no goleó, ni ganó, sino que sólo empató, y eso ante el Hércules, que lleva una marcha débil en el campeonato. La Cultural, a la que el Madrid ha arrasado fuera y en casa, es por contra líder invicto en su grupo. El contraste ha sido grande.
Claro, que los que van a jugar el Clásico van a ser otros, eso hay que tenerlo en cuenta. Hasta aquí hemos hablado de lo que han hecho los suplentes del Madrid y los suplentes del Barça en la Copa, pero mañana jugarán los titulares. Pero lo que sí ha certificado este episodio es una evidencia que se venía observando: los suplentes del Barça no están a tono. Luis Enrique tiene un buen primer once, pero tras él casi puede decirse que cualquier suplente desmerece. Los chascos en este sentido han sido reiterados. Ahí le saca ventaja Zidane, que tiene a toda la plantilla conectada. Ya ven: el que menos jugaba era Mariano y está enorme.
Eso va a pesar mucho en esta Liga, me figuro. La Liga no se gana con once, o muy rara vez, y según pasa el tiempo menos, porque hay otras competiciones que producen lesiones o fatiga. La Liga se gana con dieciocho o veinte. Zidane tiene en forma a veinte o más, Luis Enrique vive de once contados y poco más. Así vimos a Piqué y a Jordi Alba completar el partido de Anoeta lastimadísimos (y suerte el coraje de Piqué, si no, hubiera habido caso Marlon). El sábado estarán los mejores del Barça, incluso Iniesta, pero su reaparición es obligada por esa levedad de los suplentes. Por lo mismo tendrán que jugar mermados Piqué y Jordi Alba.