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ACCIDENTE EN COLOMBIA

"Tenemos fallo eléctrico total, denos pista, ayúdenos"

Dos pilotos de Avianca que volaban junto al avión del Chapecoense relatan que la torre de control dio prioridad a otro vuelo que también tenía problemas de combustible.

"Tenemos fallo eléctrico total, denos pista, ayúdenos"
RAUL ARBOLEDAAFP

Dos pilotos de Avianca que viajaban junto al que transportaba al Chapecoense aseguraron haber escuchado la conversación entre la nave siniestrada y la torre de control del aeropuerto de Medellín. Según su versión, la tripulación del vuelo de Lamia en el que viajaba el equipo brasileño pidió prioridad para aterrizar por problemas de combustible.

“Solicitamos prioridad para proceder al localizador, tenemos problemas de combustible”, dijo el piloto de Lamia, según la versión de su colega de Avianca en Caracol Radio de Colombia. Una controladora del aeropuerto habría negado el permiso en favor de otra aeronave, de Viva Colombia.  "Estaban el avión de Viva Colombia, uno de Avianca, que venía a más altura, y el de Lamia que se estrelló. El de Lamia llegó con el límite de gasolina y no tenía para mitigar ninguna demora. Cuando el avión de Viva Colombia declaró la emergencia, a todos los aviones que veníamos entrando al Rionegro nos pusieron a dar vueltas sobre una radioayuda".

Las versiones indican que al avión que transportaba al Chapecoense le pidieron mantenerse a 21.000 pies de altura, al de Avianca a 19.000 pies y a otro de la compañía LAN a 14.000 pies. "El piloto del avión del Chapecoense le preguntó al controlador aéreo si iba a tener mucha demora para aterrizar y a los dos o tres minutos pidió prioridad porque tenía problemas de combustible. Como había dos aviones abajo de él, tenía el turno número tres para aterrizar", dijo el piloto citado por Caracol.

“Tenemos un problema. Hay un avión aterrizando de emergencia. No puedo proceder”, fueron las palabras de la controladora.

Fue entonces cuando el comandante del vuelo del Chapecoense decretó la emergencia. En el momento en que le fue autorizado el aterrizaje en la pista 1, la tripulación del vuelo del Chapecoense confirmó que tenía un problema eléctrico y decretó la situación de emergencia. “Ahora tenemos un fallo eléctrico, tenemos un fallo eléctrico total. Ayúdenos, denos pista, ayúdenos, denos pista”, reclamó insistentemente el piloto de Lamia.

"El controlador nos sacó a nosotros y al avión de LAN de la trayectoria para que pudiera pasar. Luego dijo que tenía un fallo eléctrico total porque al acabarse el combustible se le apagaron los motores y el avión quedó a oscuras", añadió.

De inmediato, la torre de control perdió el contacto con el avión. La controladora intentó sin éxito restablecerlo y luego rompió a llorar. En el análisis hecho por el piloto de Avianca, este concluye que su colega de Lamia "no había pedido antes la declaración de emergencia para que le dieran prioridad absoluta".

Sobre las posibles razones para no seguir el protocolo aéreo, el experto indicó que es probable que haya sido "porque quedaba marcado en su hoja de vida, le cobraban una multa de 25.000 dólares y a la compañía la sancionaban también" por no volar con suficiente combustible.

Otro copiloto de Avianca, Juan Sebastián Upegui, que volaba a Medellín esa misma noche, aseguró en una grabación que circula en redes sociales que escuchó por radio al piloto del avión accidentado, Miguel Alejandro Quiroga, decirle a la torre de control del aeropuerto internacional José María Córdova: "Tenemos problemas de combustible".

Upegui agregó que escuchó a una controladora del José María Córdova cuando le indicaba al avión de Lamia que "había una emergencia con otro avión", al parecer de la aerolínea Viva Colombia que volaba de San Andrés a Bogotá y pidió permiso para aterrizar en Medellín por un fallo detectado.

"El piloto (de Lamia) siguió bajando y nosotros vimos pasar el avión. Luego se declaró en emergencia y dijo que tenía fallo total eléctrico", agregó Upegui, en su relato citado por varias radios locales.

Upegui añadió que enseguida escuchó por la radio llamadas desesperados del piloto de Lamia a la torre, para que le dieran indicaciones de aterrizar cuanto antes. "Vectores para proceder a la pista. Ayúdenos, ayúdenos. Vectores para proceder a la pista", fueron las últimas palabras que, de acuerdo con Upegui, se escucharon del piloto de la nave accidentada.

Enseguida "escuchamos a la controladora llamar al avión, intentar comunicarse, y luego lloró", cuenta Upegui.