El Barça se acuerda ahora de Eusebio
El partido contra la Real ha dejado alicaído al Barça, justo en la semana del Clásico. Su mal partido, a merced del juego bien concebido y desarrollado de la Real, aguantando situaciones de peligro y buscándose la vida en aislados contraataques, fue la contrafigura de lo que el Barça fue y querría seguir siendo. Lo que el Barça fue y querría seguir siendo lo fue, exactamente, la Real, cuya idea no estuvo servida por jugadores de tanto rango y precio como los que tiene el Barcelona, pero sí lo bastante buenos como para, aplicando esa fórmula futbolística ‘made in Masía’ producir cada semana un fútbol entre bueno y estupendo.
Al frente de todo eso está un hombre, Eusebio Sacristán, natural de La Seca, Valladolid. Para el fútbol, Eusebio a secas. Jugador del ‘dream team’, perfecto intérprete del modelo Cruyff sobre el campo. Luego fue entrenador en los escalafones inferiores del Barça hasta que un mal día le echaron. El Segunda A no iba bien, sus jugadores, chicos con ínfulas de figuras, le hacían poco caso. El Barça le echó, pero aquellos chicos no enmendaron sus malos hábitos y, cuesta abajo en la rodada, acabaron bajando a Segunda B. Cuando se marchó Eusebio no estaban en posición de descenso. Su salida envalentonó a los frívolos y la cosa ya no tuvo arreglo.
Ahora Eusebio reaparece en la vida del Barça poniéndole en evidencia con su excelente Real. Más de uno, de mil y de cien mil, han detectado que detrás de esa Real está el ‘concepto Cruyff’, el ‘concepto Guardiola’, el secreto de la fórmula de la ‘Coca-cola Masía’. Ahora Eusebio trabaja con profesionales, no con jóvenes envanecidos refractarios al esfuerzo, con cochazo y vida de lujo sin haber salido de Segunda. Ahora se ve lo que valía ese entrenador, cuya sencillez natural quizá sea causa de que su carrera vaya algo más lenta de lo que mereciera. Le quitaron del Barça, pero no le pudieron quitar lo que aprendió en el Barça. Y ahora se ve.