Esperanza infinita de un país
Gales seguirá creyendo mientras tenga en sus filas a Bale. La estrella del Madrid ha salido airoso de desafíos más complicados y no se rendirá por tres baches en el camino a su primer Mundial. Le van los retos. Tuvo que luchar contra las lesiones en el inicio de su carrera en el Tottenham hasta llegar a ser el mejor jugador de la Premier. Su inicio en el Madrid fue incluso más complicado. De nada le sirvió marcar un gol decisivo en la Décima ni aquella carrera memorable en la final de la Copa. Su precio siempre levantaba sospechas.
Lo que a otros se le perdonaba servía de excusa perfecta para atizar a un Bale que peleaba por adaptarse a un país, a una cultura e incluso a una posición que le era adversa cuando lo fácil hubiera sido volver a la Premier. Bale cogió el camino más difícil y el tiempo le ha acabado dando la razón en un comienzo de temporada en la que ya nadie duda en designarle como el heredero de Cristiano. Jugar un Mundial con Gales es otra de sus metas. Sus cuatro goles en cuatro partidos de clasificación no parecen de momento suficientes, pero Bale sigue creyendo. Su país también. Nadie allí olvida que en la Eurocopa ya les llevó donde ni los Ryan Giggs o Ian Rush hubieran soñado.