¿Cómo ha funcionado el ataque de Santa Fe en 2016-2?
El equipo bogotano ha sufrido por su falta de gol, especialmente en los momentos claves. Por ejemplo, solo pudo remontar una vez en 13 oportunidades.
Está claro que la producción ofensiva en Santa Fe no es la ideal. El mismo técnico Gustavo Costas lo manifiesta. Al principio, se fallaba en la generación de juego en el área rival, ahora se erra en la puntada final, en la definición. Al equipo bogotano le cuesta marcar, especialmente en los momentos definitivos, así lo demuestran los números.
El promedio de gol del León, juntando todas las competiciones del semestre, es apenas aceptable: Anotó 33 goles en 29 partidos, para una producción de 1.13 goles por juego, incluyendo los 5 partidos que dirigió Alexis García al principio de semestre, en los que anotó la misma cantidad de goles.
A la luz de los resultados, los números y el funcionamiento, AS Colombia analiza el funcionamiento ofensivo de Santa Fe
¿Quiénes anotaron los goles?
Jonathan Gómez con 10 goles, Osorio Botello con 7 y Anderson Plata con 5, son los que más goles han anotado en el semestre. Ellos tres anotaron el 66 % de los goles. Los otros tantos fueron de siete jugadores más.
Así han sido los goles por posiciones, teniendo en cuenta a Gómez como mediapunta y restando un autogol:
Atacantes: 24 goles.
Volantes: 1 gol.
Defensas: 7 goles.
¿En qué momentos anota Santa Fe?
De los 33 goles, 9 fueron en el primer tiempo y 24 en la segunda mitad. En esos 29 partidos, solo se fue sin anotar en cuatro juegos. Sin embargo, solo en seis encuentros marcó más de un gol y en una solo oportunidad más de tres.
¿Cómo afronta la desventaja y la ventaja?
Durante el semestre, Santa Fe empezó perdiendo el partido en 13 oportunidades. Solo una vez logró remontar: 2-1 frente a Quindío en el debut de Costas. En otras tres oportunidades rescató el empate, mientras que en las restantes 9 se fue derrotado.
Por otra parte, anotó primero en 16 partidos, en los cuales se llevó la victoria en 12, le empataron 3 y tan solo le remontaron uno.
¿Cómo anota?
El ataque de Santa Fe se centra en elaboración de juego desde los costados para finalizar en el área, en las pelotas paradas y, en una menor medida, en los contragolpes y la presión. De los 33 tantos, 23 terminaron con definición en el área, sin contar los cinco penaltis, y otros cuatro fueron desde afuera del área (tres de ellos de Jonathan Gómez).
Los goles de Santa Fe:
El origen
En pelota quieta: 9 .
En jugada colectiva: 15 . Tres de ellos como contragolpes.
Presión y errores del rival: 4.
Penaltis: 5.
La finalización:
De cabeza: 5 goles
De media distancia: 4 goles
Penaltis: 5 goles.
Remate o definición en el área: 18 goles.
Autogol: 1.
Pases para gol:
Osorio Botello: 4 pases
Jhon Fredy Salazar: Tres pases
Gómez: 2 pases
Plata: 2 pases
Las fortalezas del ataque de Santa Fe
Santa Fe es fuerte en el juego a ras de piso y la llegada por las bandas. Su hombre clave es Jonathan Gómez, a quien Costas le encontró su posición ideal como mediapunta. El argentino aprovecha su remate de media distancia y desequilibra cuando pisa el área. Además, Anderson Plata ha sido una sorpresa generando y finalizando.
El León sabe aprovechar las pelotas paradas, pero no solo en el juego aéreo, sino los rebotes y segundas jugadas. Muestra de ello es que de los 10 tantos que se originaron en tiros libres y cobros de esquina, solo cuatro terminaron en remates de cabeza.
Debilidades del ataque de Santa Fe
Pero la falta de aporte de los volantes también se puede evidenciar en la zona de gestación. El equipo bogotano no tiene un jugador en mitad de campo que sea asistidor o que filtre balones, así lo reflejan los números. Los más asistidores son Osorio Botello y Jhon Fredy Salazar, delantero y extremo. Es cierto que el equipo le apuesta al juego por las bandas con Gustavo Costas, pero por momentos falta quien lleve el ritmo en el medio.
Además, a Santa Fe le cuesta remar contra la corriente. Solo en 6 de 29 partidos anotó más de un gol y solo una vez en el semestre marcó más de tres tantos, eso explica que le sea difícil remontar o por lo menos empatar cuando empieza perdiendo.