Las otras peleas en las que se ha visto envuelto Leo Messi
El diez azulgrana llamó "bobo" a un jugador del Manchester City. El crack argentino ha protagonizado otros altercados. Estos son algunos de ellos.
Según 'El Larguero', Leo Messi se enzarzó con un futbolista del Manchester City al que llamó "bobo". El delantero argentino es un tipo tranquilo, pero en alguna ocasión ha perdido los papeles, generalmente por revolverse tras haber recibido alguna dura falta. Estas son algunas de ellas.
Duda
Durante 2008 tuvo una discusión con Duda. Más tarde, las cámaras captaron cómo escupía al jugador portugués.
Weligton
También tuvo lío con otro defensa del Málaga. En este caso, cuando Messi estaba en el suelo tras una jugada en el área rival, Weligton no dudó en propinarle un pisotón, hecho por el que el argentino se levantó a por él. Años más tarde, se volvieron a encarar y el brasileño le mandó al suelo de un empujón.
Srna
Durante el partido de la Supercopa de Europa, se enfrentó a Srna. Llegaron a chocar sus cabezas, pero no pasaron a las manos.
Yanga M'biwa
En medio de un encuentro ante el Roma, el defensa francés Yanga M'biwa se encaró con él. Poco después, Messi cogería por el cuello al jugador de 1,84 metros de altura.
Raldes
Ocurrió en un partido contra Bolivia en 2011. El defensa obstruyó al delantero con el brazo abierto para que el guardameta pudiera coger el balón y el diez le quitó el brazo de un empujón. A partir de ahí, el boliviano fue detrás del jugador recriminándole la actuación mientras el argentino se alejaba, hasta que apareció Cambiasso para separarles definitivamente.
Pepe
Con Pepe ha protagonizado varios episodios. El portugués le recriminó dar un pelotazo a la grada del Bernabéu en un balón que iba a salir por la línea de banda con gestos en los que parecía preguntarle si estaba loco. En otra ocasión, el argentino se encontraba tendido en el suelo mientras el defensa blanco le daba un pisotón en la mano. Por último, hace dos años, se les veía discutir durante otro clásico con las manos en la boca para que no se supiera lo que se decían, aunque se intuía que no era nada amistoso.