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CELTA - DEPORTIVO

Con Marlos desde el minuto 64, Deportivo es goleado por Celta

El Deportivo queda en una situación complicada después de recibir una paliza por parte del Celta en la Liga Santander. El colombiano jugó 26 minutos.

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Marlos Moreno jugó 26 minutos ante el Celta.
Marlos Moreno jugó 26 minutos ante el Celta.Salvador SasEFE

El Celta reina en Galicia. Y lo hace con todos los méritos posibles después de superar al Deportivo que quizás se llevó demasiado castigo. Cuatro goles del eterno rival, algo que no pasaba desde hace 60 años. Dos de ellos de Aspas, el enemigo público, que se quitó el gafe que tenía ante los coruñeses con una gran segunda parte. Dos puñales al corazón de un Depor que queda tocado, desde la clasificación hasta un Garitano que comienza a estar cuestionado y que no termina de encontrar la tecla. En ese golpeado equipo, jugó el colombiano Marlos Moreno desde el minuto 64. El mediocampista no pudo cambiar la realidad de su equipo que ya iba abajo dos a uno cuando ingresó.

Las primeas palabras en colarse en el derbi fueron revolución y perplejidad. Revolución, por el cambio de sistema de Garitano y la primera titularidad para Ryan Babel. Perplejidad, porque Çolak, titular y faro del equipo en los cuatro últimos partidos, ni siquiera estaba en el banquillo. El propio jugador eliminó especulaciones antes del partido al indicar en las redes sociales que “no” tenía ningún problema físico. Críticas seguras tras el resultado. En el Celta, el once esperado, el de gala. Quizá la prueba de lo que es un proyecto consolidado y con una filosofía definida frente a otro que nace y que vive más pendiente de las urgencias que de las ideas.

Más previsible fue lo que sucedió cuando comenzó el partido. El Celta se hizo con el balón ante un Depor férreo en defensa, poco imaginativo y encomendado al balón parado. La superioridad en el juego celeste duró media hora, con la imaginación de Orellana como mejor arma. Wass avisó pronto con un cabezazo a centro del omnipresente Hugo Mallo al que Lux respondió con una parada de quilates. La tranquilidad de los Berizzo era total, casi dando por hecho que el gol era cuestión de tiempo. Y así fue. Control exquisito de Orellana, pase a Hugo casi en el área pequeña, zapatazo del lateral, gol con sabor gallego y alegría incontenible de Balaídos.

La necesidad despertó al Depor, que comenzó a asediar a Sergio con su mejor arma: el balón parado. La sucesión de faltas laterales acabó con el acierto de Albetosa en un preciso y potente cabezazo. Primer gol del central como blanquiazul, primer gol del Depor de la temporada fuera de casa para resucitar un derbi con demasiados desaparecidos: Aspas, Babel, Bongonda, Navarro…

Con el paso del tiempo el derbi fue sumando elementos. La intensidad, y los nervios, subieron tras el descanso ante la incertidumbre en el marcador. Luego apareció la polémica, con un penalti de Sidnei que Álvarez Izquierdo convirtió en un circo al sacar una roja al brasileño que finalmente quedó en amarilla. La pena máxima, como no, para Iago Aspas. El de Moaña, que nunca le había marcado al Depor, se quitó una espinita que pesaba toneladas con un disparo pegado al poste. Su posterior celebración, dedicada a la afición del Depor, sobraba… pero los derbis suelen ser así.

La consecuencia del 2-1 añadió un nuevo factor al partido: electricidad. El Depor, necesitado, se fue a por el partido con convicción. Eso abrió el campo, los espacios, las contras del Celta para cambiar un partido estático por otro de ida y vuelta. Y en esas dinámicas suele salir ganando la calidad, un factor que hoy por hoy es de color celeste. El premio de la sentencia no podía elegir mejor protagonista: Orellana. El chileno, el mejor del partido, acababa con la emoción al culminar una perfecta contra. Con el partido sentenciado Aspas puso la guinda con otro gol, con otro vuelo rasante sobre un Deportivo ya descompuesto y entregado.

Real Club Celta de Vigo, SAD